29.5.16

¿Podemos aprender del fútbol para dirigir RRHH?

Cuando un equipo de fútbol ganó a otro equipo de fútbol en una empresa que llamaríamos la Copa de Europa por poner un ejemplo: ¿Se puede extrapolar alguna enseñanza de ese ejercicio de más de dos horas donde un buen número de millones de personas vieron correr a jóvenes ansiosos? 

Son dos equipos de personas en busca del éxito de una empresa, dos empresas bien distintas pero con algunos condicionantes iguales, aunque no se note mucho desde fuera.

Uno de los equipos de personas está compuesto por un número casi excesivo de grandes profesionales a los que les pesa mucho la responsabilidad de seguir demostrando que son los mejores, pero que no forman un equipo al uso, un equipo de trabajo en equipo donde todos juegan por un objetivo conjunto, aunque lo parezca. 

Les importa más quedar bien ellos como personas individuales y no fallar. No creen tanto en la marca de empresa, excepto que sirva para su propio beneficio, que no siempre es dinero.

El otro equipo está compuesto por un número mucho menor de profesionales de primera calidad, compuesto también por personas que ya llevan muchos años en primera línea pero que han demostrado sobre todo que son grandes “hacedores” de equipo. 

Ellos son un conjunto que trabaja más la ayuda, para compensar las individualidades excelentes. Les importa sobre todo alcanzar la meta, los objetivos, y aunque se saben más débiles que su competencia les han convencido desde la dirección que forman un “ gran equipo”.


Ambos están dirigidos por dos muy reconocidos profesionales del trabajo en equipo, de la motivación personal, de la estrategia propia y sobre todo del conocimiento de la estrategia de la competencia. Del trabajo personal y diferente con cada componente del equipo.

¿Cuál es el motivo para que al final uno ganara y el otro perdiera, sabiendo de antemano que esa era la meta inevitable? 

Sin duda en todo proceso de éxito o fracaso hay un componente de suerte que no se debe desdeñar. Se dice que la suerte no existe y es falso, se sabe que es falso. No es lo importante, pero en procesos de igualdad este componente puede ser importante. 

Aunque la suerte como bien se ha apuntado siempre, te tiene que pillar trabajando, tiene que llegar en el momento oportuno, no tiene que estar nunca tapando errores. La suerte es un componente añadido, nunca un componente diferenciador.

Un equipo cometió dos errores muy importantes. Uno fue no aprovechar la primera ocasión de suerte. El primer penalti. El segundo error fue fallar la oportunidad que llegó, el penalti definitivo, pues la presión de la situación pudo con la persona. Pero además hay un componente inevitable. 

El equipo perdedor, al no tener tanto número de buenos profesionales, no tenía recambios para cuando se necesitaba modificar su estructura de equipo por cansancio y así modificar la producción del conjunto. 


Conclusiones que deberíamos analizar para no perder

1/ Si nuestra empresa no está llena de grandes profesionales, es imprescindibles trabajar mucho la motivación, la formación y el trabajo conjunto. 

2/ Las ocasiones de suerte son pocas y deben pillarnos en situación de “prevengan” para sacarles su jugo. 

3/ Siempre debemos estar preparados “por si acaso” con recambios ante todo tipo de situaciones. Tener un tamaño muy justo puede servir para funcionar, pero no sirve para ser el mejor.

13.5.16

No imites la vida. Sé libre y planifica tu vida sin engañarte

Hay muchas maneras de vivir, muchas de ellas son sólo imitar la vida, y una de ellas, tal vez la más simple y sin duda la más automática, es simplemente vivir. 

Vivir no es dejarse llevar, nunca debe ser permitir que sólo nos caigan sobre nosotros todos los componentes de la vida, poco a poco, mes a mes, año a año, hasta que se acabe la energía y se apaguen las luces.

Eso no es vivir, es simplemente avanzar hacia la muerte, aunque no creamos eso. 

Pero cada uno de nosotros podemos hacer aquellos que más fácil nos plazca copiar. 

De lo que es seguro es de que no seremos capaces de parar la caída de las energías y la luces. Lo que sí podemos hacer es disfrutar en esos intermedios de la propia vida. 

Nuestra vida nos pertenece solo a nosotros 

Que nadie intente usurpar esa libertad, esa decisión personal de cada uno de nosotros, para vivir con la vida que nos corresponde, pero también con las mochilas que nosotros libremente queramos coger.

No somos máquinas de gastar tiempo, no somos luces que están quietas esperando agotarse. Somos seres humanos que debemos dominarnos y decidir con libertad. 

Nada de todo lo que nos puede pertenecer en todo nuestro camino, es más importante que el tiempo de vida, esa vitalidad que se va acabando mientras se consume, pero que nos pertenece a nosotros mismos. 

Si no te gusta tu vida, intenta cambiarla. Habla con los que te rodean, pide cambios, exige cambios. Analiza tus formas, tus fortalezas. 

Y no te dejes agotar.