7.9.15

La Guerra de Siria ya es mundial. De Derechos Humanos

Dice el gobierno español que no tiene medios para más refugiados, aunque el número está en constante movimiento pues nada está cerrado. Sobre todo el número de personas que van entrando en Europa huyendo de las guerras mal gestionadas.

Pero no se debe mentir y hay que ir preparando a la sociedad española. España está preparada para acoger a muchos más refugiados. Faltaría más. Estamos preparados y hay que saber gestionar la crisis. No es puntual, no es sencillo, no es deseable que crezca este movimiento de emigración por causas de guerra o pobreza, pero entre todos lo hemos provocado y entre todos debemos resolverlo.

Entre otros motivos por uno muy sencillo y egoísta. Si no somos capaces de atender a los más débiles, estos se volverán muy fuertes y odiosos hacia los que les cierran las puertas. ¿Qué harías tú para defender a tu familia y su futuro?

Europa y España debe abrir sus puertas con inteligencia social, con trabajo constante para integrar y facilitar la convivencia. Pero mal empezamos si decimos que España no puede aceptar un número muy alto de refugiados. ¿Cuantos es muy alto? 
 
Pues si Turquía (75 millones de habitantes) ha tenido que aceptar de momento a dos millones de sirios, si Líbano (4,5 millones de habitantes) tiene más de un millón, si Jordania (6,5 millones de habitantes) lleva asumidas más de 700.000 personas desde Siria, si se calcula que unos cuatro millones de personas están fuera de Siria intentando entrar en otros países, el número que puede y debe aceptar Europa y España es hoy imposible de calcular. 
 
¿Alguien se imagina taponar a estos millones de personas en tierras de Hungría, Turquía o Líbano? ¿Alguien se imagina que es esa la solución real a los problemas? La política internacional debe modificarse totalmente y si se comienzan las guerras deben valorarse todas las opciones y dramas. No hablo de los personales, que también, sino de las que modifican las políticas globales, las políticas de todos.

Estimular la curiosidad y creatividad en la escuela?

El profesor aragonés César Bona, nominado al Global Teacher Prize, conocido como el "Premio Nobel de los profesores" responde a unas preguntas en el diario.es Vemos algunas respuestas.

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Estimular la curiosidad y la creatividad: ¿debería ser lo habitual en todas las clases?

Si yo tuviera una varita mágica, cambiaría algunas asignaturas en la Facultad de Educación. Falta educación emocional. Y también falta fomentar que los futuros maestros tengan madera de líderes frente a la sociedad, que no se limiten a meterse en la burbuja de las matemáticas o el inglés; ese modelo está obsoleto. Si los maestros son líderes y muestran a los niños cuántas cosas pueden hacer, los niños serán líderes también y tendrán un pensamiento crítico. Hay que enseñarles que ellos pueden dar un paso para cambiar las cosas. No son los adultos de dentro de unos años, ahora mismo pueden actuar, pueden contagiar con sus acciones y pueden ser ejemplo para miles de niños y para las personas que tienen alrededor.

Hace tiempo que voces con mucho prestigio como José Antonio Marina o Claudio Naranjo reclaman más interés por la educación emocional. ¿Por qué cuesta tanto introducirla en las aulas?

Supongo que por la inercia de quienes se encargan de diseñar los planes de estudios. O porque hace falta una mentalidad dispuesta a arriesgar un poco más. Parece obvio que somos emociones y, desde luego, no somos más conocimiento que emociones. Cuando cualquiera llega a su casa, lo que quiere es estar a gusto con las personas con las que vive.

Además de la educación emocional, está muy interesado en que los alumnos puedan expresarse en público...

Sí, para mí la expresión oral es muy importante. Sirve no solo para dar charlas delante de 400 personas, también para expresar las emociones, los sentimientos, los pensamientos, defender los argumentos... A todos nos ha pasado que en algún momento, no nos hemos atrevido a hablar o a actuar ante una injusticia. No entiendo cómo la expresión oral no se estimula más en las aulas. También es necesaria en la Facultad de Educación.