30.7.10

El PSOE ha abaratado el despido. ¿Eso es socialismo?

Tras aprobar el PSOE —si, socialista dice él mismo que es— el despido libre y camino de lograr el sueldo libre, ya solo queda ponerse a temblar o a llorar, según nos convenga. Nadie lo diría, no figuraba en su programa, no es necesario, no sirve para crear puestos de trabajo, beneficia a los que crearon la actual crisis y además se ha aprobado con el voto único de un PSOE que nadie que lo ha votado alguna vez entiende.
La crisis es grave, muy seria, sistémica. Pero las soluciones son las mismas del siglo XIX. No se observan ideas nuevas, agallas, planteamientos ideológicos con arreglo a lo que se es. Se vuelve a soluciones caducas. Más despidos para contentar a los empresarios que en teoría son los que crean riqueza. Estrangulamiento a la clase media que es quien mejor soporta la crisis de momento. Abandono de la clase trabajadora que es quien paga impuestos según lo que trabaja y no tiene fuerza ni sabe estar unida. Nada nuevo, ideas viejas de aprendices de políticos, líderes sociales desaparecidos que son incapaces incluso, de explicar lo que intentan.
Lo curioso es que en estos momentos, con tanto desempleo, lo que menos se necesita es abaratar el despido. Simplemente por la lógica de que ya todos los que deberían ser despedidos, lo han sido. Las empresas que no pueden más, las que tienen una situación crítica, ya han cerrado o han despedido. Por eso hay casi cinco millones de parados. Estas nuevas leyes laborales servirán para despedir dentro de unos años, luego ¿a quien benefician?. Al desempleo no. A la productividad tampoco.
Si una empresa prevé pérdidas futuras, podrá despedir con 20 días por año. Seamos serios. Es más inteligente poner el despido en todos los casos en 20 días por año y no andarse con tontadas. Con dos bemoles, si se tienen. Ahora ya sabemos que el despido en España —de momento— es de 20 días por año trabajado. Y que cada trabajador lo tenga claro en sus decisiones.

29.7.10

Ideas para cambiar la vida, nuestra vida, para mejorar la vida que tenemos que vivir

Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos planteado que deberíamos cambia la vida, que la vida que estamos viviendo no nos gusta y que hay que buscar alternativas.
Pero mucho de nosotros lo hemos hecho de manera persistente y muchas veces sin encontrar la forma, la salida. Vamos a enumerar algunos consejos prácticas para cambiar la vida, para modificar nuestra existencia.
Lo primero es disponer de un par de horas de soledad, calma, tranquilidad y un papel con un bolígrafo. Así de sencillo.
Cambiar es duro, no es nada sencillo, requiere una gran fuerza propia. Por eso lo primero que nos tendremos que responder en el papel, y dejarlo escrito es si realmente queremos cambiar nuestra vida. Da igual si no nos vemos con fuerza, de momento el paso primero es saber si realmente estamos dispuestos a empezar a cambiar con todo lo que esto representa.
Si estamos seguros de que queremos cambiar la vida, el siguiente paso es apuntar en el papel qué queremos cambiar de nuestra vida. Normalmente no son todas las circunstancias que nos rodean sino parte de ellas las que nos oprimen, las que deseamos abandonar.
A partir de aquí, veamos, siendo sinceros, qué posibilidades reales tenemos de cambiar nuestra vida. En donde podemos encontrar ayudas exteriores y en donde grandes dificultades. Teneos un entorno que nos puede ayudar y otro entorno que nos pondrá dificultades. Hay que detectarlos, ser sinceros con nosotros mismos y ponerlo por escrito para seguir analizándolo con posterioridad. Seamos generosos y optimistas, confiemos en nuestras posibilidades y en las ayudas que podemos recibir. Nos sorprenderán si somos sinceros.
Ya sabemos que SI queremos, hemos decidido QUÉ cambiar y conocemos las posibilidades. Ahora vamos a elaborar nuestro PLAN de acción. Qué es más urgente, qué más importante, qué imposible, qué muy fácil. Y ordenemos estas acciones que debemos emprender. Y pongamos fechas a cada una de ellas. Y apuntemos a qué personas vamos a solicitar ayuda. Y además apuntemos ahora qué tipo de dificultades nos encontraremos. Es muy posible que luego, en verdad, sean otras, pero al menos las que ahora pensamos que surgirán ya las tenemos apuntadas y estaremos preparados para resolverlas.
Y no olvides, todo bien escrito para poder ordenarlo y revisarlo en cualquier momento.