31.10.08

La fiesta de Halloween como idiotez nueva

Harto de la globalización hemos encontrado una nueva forma de rebelarnos contra ella. Es celebrando la bobada de Halloween, que si bien algunos pueden decir que es una antigua fiesta celta, a nadie se le escapa que hasta que los americanos mentalmente no nos han invadido del todo no hemos sido capaces de celebrarla.
Se puede estar en contra de la iglesia católica y por eso no caer en la trampa de disfrazarse de calabaza, para que las tiendas hagan su noviembre.
Es puro consumismo. Si la fiesta de las calabazas no supusiera gasto en bebida, bares, disfraces, fiestas y zarandajas no se habría hecho famosa.
Pero la pela es la pela.

Una encuesta realizada recientemente, asegura que un 41% de los estadounidenses (cifra que aumenta hasta el 49% en Canadá) está convencido de que los fantasmas existen. Es más, el 14% se jacta de haber estado en una casa encantada y el 9% jura haber sentido la presencia de un espíritu.
En Francia, sólo entre el 10 y el 20% cree en fantasmas, mientras que en Japón, el 80% de sus habitantes consideran a los fantasmas como uno más. Sólo Taiwan les supera, con un 87% de crédulos.
Yo conocí muy de cerca a un joven que aseguraba tener viviendo a su abuela ya fallecida en el dormitorio de casa, y que le hablaba por las noches desde una forma semi trasparente. Os juro que se lo creía totalmente.
Aquel piso lo vendieron hace unos años y desconozco qué sucedería con la abuela, pues de quedarse la pobre, tuvo que pasarlo fatal apareciendose por las noches a unos desconocidos que no le harian ni puto caso.

¿Debe el Estado publicitar a qué entidades financieras ayuda?

Ante la pregunta de si ¿debe el Estado publicitar a qué entidades financieras ayuda? la respuesta debe ser un SI en mayúsculas.
Efectivamente es cierto que tras la solicitud de ayuda puede suceder una crisis de confianza que le haga perder clientes.
Pero si cualquier entidad financiera o empresarial solicita ayuda al Estado es porque tiene problemas y deben sopesar si recibirla le puede producir otros problemas distintos.
Pero por muchos que la publicación de ayudas provoque un cierto terremoto controlado, siempre serán menores los problemas a tener que cerrar por no disponer de soluciones.
Todo el dinero del Estado, de todos los contribuyentes, debe entregarse con total transparencia, y toda empresa que solicite ayuda debe someterse a los controles de quien la ofrece. Y si no, que se someta a las leyes del mercado.
Estaría bueno, que además de darles financiación, ayuda, además digo, el Estado tuviera que callarse la transparencia de sus ayudas.
Y no, no me sirve decir que la información puede esperar. Es cierto que hay que ser inteligentes y no ofrecer toda la carne a los leones, pero desde el momento en que una empresa solicita ayuda, debe asumir TODA la ayuda, incluida la de que su situación sea conocida. Pues incluso si se hace una buena labor informativa, saber que está siendo ayudada por el Estado puede ser beneficioso para su futuro.