31.7.08

El pescador con sandalias

Hoy vamos a enseñar al pescador, esa persona que acude con suma paciencia a ponerse delante del río convencido de que con sus artes, será capaz de engañar a unos peces y poder apoderarse de ellos.
Cree en sus posibilidades, en su técnica, en su superioridad contra unos animales a los que no ve mas que cuando ha conseguido el objetivo.
Cree que es capaz.
Pero sobre todo es una persona que acude día tras día al mismo sitio, esperando a que tenga éxito su labor, sabe que lo importante no es tanto lo bueno que él es, sino la persistencia, la paciencia y el trabajo del día a día, su dedicación a una labor que para que le reporte éxito debe tener tenacidad.
Sabe que con que acudiera al río unos instantes antes de que pasara por allí el pez con hambre, sería suficiente, pero como no sabe qué momento es ese, debe estar cuanto más timpos mejor, pescando.
No está perdiendo el tiempo, aunque lo veamos sin moverse, hora tras hora, quieto esperando, no está perdiendo el tiempo porque necesita la suma de todos los momentos para que le pille en su posición el pez con hambre que pasa por su lugar.
ûede estar muchas horas, pero si no está en el justo momento en que pase la presa, no habrá servido para nada todo el trabajo.
Sólo tendrá éxito si le dedica a la labor el máximo tiempo posible porque nunca puede determinar cual es el minuto bueno, la acción que desencadenará la consecución del objetivo.

30.7.08

Crisis… Oh no, otra vez no.

Quizás nuestros cerebros aletargados por las inamovibles y epidémicas noticias sobre la crisis se están empezando a agotar de escuchar la palabra crisis. Quizás llegue el momento en que nuestro consciente no sepa qué significa (Como cuando repetimos muchas veces una palabra y nos llega a marear).
Lo cierto, es que crisis o no crisis, hay una dualidad ineludible: Inflación - paro.
O tenemos de una, o tenemos de otra.
Y en esta crisis tenemos de ambas.

Ahora bien, la frase de hoy, de parte de Solves es “Es mejor tener más empleo que subir un poco los sueldos”.
Y lo cierto es que no es plan ahora de ir incidiendo en las empresas a que añadan aun más costes, no haría ningún bien. Tan cierto como que la subida de sueldos es algo que debería haber acontecido mucho antes.

Quizás que los sueldos sean nimios en comparación con los grandes gastos (los que necesitan financiación, como la compra de un piso), sea lo que haya acelerado una silenciosa crisis financiera. Esa crisis que se esconde entre la construcción y la mini estanflación.
Hemos ido dejando atrás un aspecto importante, y ahora no podemos realizarlo de golpe, pues el shock seria enorme. Las empresas tendrían que despedir a más gente dado que en el corto plazo no se incrementaría demasiado el consumo. Los sueldos serian más altos, pero la producción menor (crecimiento a la baja, ya lo estamos viendo). Y como no, la inflación tendería a incrementarse, una vez más.

Así que hacen fuerza en donde pueden. Intentan (mal, pero lo intentan), que los ciudadanos no nos preocupemos (sin rebajar prestaciones sociales, mensajes optimistas…)
Y usan un doble lenguaje, para todo tipo de ciudadanos.
El primero, para los que no entienden de economía: “Tranquilos, no pasa nada. Sigan consumiendo”.
El segundo, para los que entienden: “Comprender que mienta, es lo mejor para la crisis”.

Y mientras nuestras expectativas nos sitúan casi en el crecimiento cero, nos damos cuenta de cómo la crisis es crisis. Que es mundial, pero que la solución debe ser nacional. De que todas las medidas nos parecen a priori vacuas por que no las vemos. No sentimos el pinchazo de la vacuna, solo el dolor intestinal. Y todo se reduce en dos opciones, demasiado absurdas como para ser reales, confiar, o no confiar. He ahí la cuestión.

Saludos.