24.2.25

Reconducir a las personas ladrillo pero válidas, es importante en la empresa



En toda organización ya formada y asentada, casi siempre hay una persona en puestos importantes que resulta ser lo que llamaríamos “cemento, ladrillo, tope, estorbo, pared”

Suele ser una persona de gran valía personal, muy eficaz (desde fuera) para la organización y el equipo, pero con una personalidad complicada para trabajar en equipo, que crea serios problemas en la organización, bien por conflictos personales larvados o no, bien por crear desencanto cuando no desmotivación entre las personas que forman el equipo. 

¿Ya tenéis fijado el tipo de persona de la que intento hablar?

Repito que suele ser una persona muy válida (en apariencia), y que si no fuera por este problema, que a veces supera a los beneficios del resto de sus labores en el equipo, sería la persona perfecta en cualquier equipo. 

Pero que se ha convertido en un problema. 

Además y por lo general es también una persona con una gran capacidad para salir de los apuros y para gestionar las crisis que le afecten a él. Y sin ser violenta, que no lo tiene que ser, incluso muchas veces aparenta todo lo contrario, es una persona de muy complejo acceso, con tranquilidad para resolver los puntos de las relaciones con todos que no funcionan bien.

Persona rígida, no admite con facilidad las críticas y a veces les sabe dar la vuelta o tiene una facilidad especial para no escucharlas o no hacérselas suyas. 

Es decir, su gran problema no es en realidad que haga de tope o de pared ante ciertas situaciones, sino lo complicado que resulta moverlo del sitio, modificar su fuerza para que sea más moldeable. 

Como esta situación es muy larga en el tiempo y suele ser una persona fiel al proyecto, es también un carácter que se va transmitiendo en el boca a boca entre todos los que llegan al equipo, y por ello se respetan sus formas pues se entiende que si lleva tanto tiempo y se le deja hacer en su actitud, por algo será o algún poder especial tendrá, para que nadie le diga que rectifique.

¿Solución? 

Pasa por hablar con sinceridad con esta persona, desde alguien que tenga más poder o mando sobre el equipo que la persona a la que hay que reconducir, y hacerle ver: por una parte sus grandes trabajos positivos; y por otra sus debilidades dentro del engranaje del equipo.

Hay que intentar que sea ella misma la que aporte sus ideas al respecto, con la habilidad suficiente para llevarla hacia las ideas que el equipo necesita cambiar. 

Debe ser un compromiso y una puesta al día de la información de lo que se necesita. No se trata de reconsiderar aspectos personales, sino actividades del equipo donde esta persona puede hacerlo “de otra manera”.

Cinco valores del responsable de RRHH en una empresa



Uno de los trabajos más bonitos pero posiblemente más duros mentalmente y complicados si se quiere hacer bien, es dirigir un departamento de Recursos Humanos, RRHH o como se desee llamar ahora, pues a veces nos creemos que cambiando el nombre a las cosas, las cambiamos de filosofía y de formas. Todo es admisible, aunque a veces no sirva. Pero volvamos al asunto. 

Duro, pero si te gusta tratar con personas, si tiene capacidades para aguantar el estrés y a veces la dureza de algunas decisiones, es muy interesante en el plano personal. 

Prepárate bien y no lo dudes, también a veces las gratificaciones personales son muy importantes, pues no todo es negativo en el mundo laboral.

Debes tener una capacidad casi innata para saber resolver conflictos personales. Se aprende mucho, sin duda, pero debes poseer esa capacidad de ponerse en el lugar de todos, seleccionar, y gestionar, antes y después de tomar las decisiones, que nunca pueden gustar a todos.

Sin duda es un puesto de trabajo donde hay que estar constantemente formándose. Psicología, sociología, comportamiento humano, observación constante de las personas que están en tu equipo para detectar cambios, etc.

Debes saber escuchar muy bien. Escuchar no es sólo oír. Escuchar es actuar después. Escucha, pero analiza con todo lo que tu llevas observado. No todo es verdad, pero puede que haya que añadir tus verdades sobre esas otras verdades. Es tu responsabilidad. Es tu trabajo.

Siempre hay que negociar. Poco o mucho. El reparto del trabajo, de los esfuerzos, de las ideas, los sueldos, las vacaciones, los momentos libres, las calidades, la producción, los controles de calidad, los controles de los tiempos, el funcionamiento de todo el equipo, las diferencias entre los miembros, la formación, la personalización de las motivaciones, los conflictos personales, los chistes, las palmadas en la espalda, las sonrisas. Recuerda que todos somos humanos.

Debes hacer selección de personal. Directa o indirectamente. Es posible que tengas que contratar y también despedir. Eso es muy duro. Pero debes saber hacerlo para que sea lo menos duro posible. La dirección de la empresa espera de ti decisiones que tú no tomarías nunca. Eso último es lo más duro de todo. 

Tendrás que adaptarte a que en realidad no eres tú quien manda sobre todo el equipo, que eres una mera correa de transmisión. 

Eso sí, debes saber imponer tus criterios en la veces en que consideres necesario hacerlo. Si estás en ese puesto es porque confían en tí desde la dirección de la empresa. Si es inevitable una decisión: asúmela. Pero si es negociable, impón tus criterios o al menos defiéndelos con vehemencia. 

Tú también eres importante para los dos lados del equipo.