2.2.25

Diez consejos para hablar y conversar mejor en público

Nadie nace sabiendo conversar con los demás de una forma maravillosa. Para hablar en grupo de cualquier tema, con varias personas a la vez, se necesitan conocer algunas técnicas simples que se aprenden imitando y aprendiendo mientras se practica. Veamos algunos detalles de este aprendizaje.

Si te quedas en blanco mientras hablas, no te preocupes. Dilo abiertamente que esto nos sucede a todos y demuestra normalidad.

Si te tienes que enfrentar a una conversación importante o complicada, prepárate antes algunas respuestas a las preguntas que pueden caer. Como si fuera un examen. Van a querer saber quién eres, qué quieres, qué haces. Así que ten preparadas unas respuestas tipo a estas preguntas, sobre todo sin son complejas, pues está muy bien la naturalidad.

Si te preguntan algo que requiere un par de segundos de análisis, repita la pregunta que te hacen como quien la remarca. Te dará tiempo para empezar la respuesta. —¿Dices que si practico la cocina? Ya lo creo, soy un buen asador de carnes.

No te preocupes en exceso por las conversaciones, nadie hace el ridículo, excepto que ya venga ridículo de antes. Dominar el arte de conversar supone equivocarse y aprender de ello. Nadie es perfecto.

Siempre hay temas muy recurrentes. Ten en el bolsillo unos cuantos para cuando llegue el silencio. Pero que no sean ni de política, religión o fútbol, si no conoces muy bien a los interlocutores. Los objetos que nos rodean son un buen filón. Hablar de la seguridad en la calle o los altos impuestos o los alimentos o de un restaurante o del estrés, son algunos ejemplos.

Intenta y sin parecer sabio, dar información que añade interés al tema que se está hablando. Si ves que los demás se ponen nerviosos o dejan de prestarte atención, cambia de tema…, les estás aburriendo o te has pasado de listo.

Si te pones nervioso ante un tema, por un silencio o una mala actuación, tranquilo, respira profundamente, ponte en modo “stand by”, calla durante unos momentos y escucha activamente a los demás.

No emplees palabras muy técnicas, muy rebuscadas, complejas o que te coloquen en situación de ser un prepotente. No intentes ser pedante, pues antes de lograrlo, ya te habrán visto las intenciones.

Pregunta. Demuestra que te interesa el interlocutor y que lo valoras. Escucha y pregunta. —¿Donde vives? ¿Desde cuando trabajas en esto? ¿Has vivido en otras ciudades? ¿Conoces algún xxxxx? ¿Entiendes lo que está sucediendo en Egipto? ¿Es normal que el Real Zaragoza juegue tan mal?

Nunca hables por encima de la otra persona ni a la vez que ella. Calma, escucha y habla en los silencios. Y habla por igual a chicas y a chicos. No cometas la tontada antigua de diferenciar interlocutores por sexos.

¿Qué supone el aumento de aranceles que impone Trump a todo el mundo?


No había dudas en el mundo de que la llegada de Donald Trump a la presidencia de los EEUU iba a ser un punto de cambio en las políticas de este siglo XXI. El papel de estos cuatro últimos años será para intentar pasar a la historia, aunque ahora no sepamos si en plan positivo o negativo, y menos todavía de qué manera influirá en Europa que es donde nos encontramos.

Las decisiones primeras, a veces atropelladas y otras contundentes, auguran unos tiempos complejos, osados, disruptivos y con cara de mala hostia y poder absoluto. Pero eso sin duda logrará unas reacciones que no siempre veremos con buenos ojos. El mundo tampoco está por la labor de decir a todo amén jesús. Y no hablo ahora de Europa, sino de por ejemplo China y su grupo de poder afín.

Las nuevos aranceles contra México, Canadá o China son impuestos que recaudará los EEUU obre lo que vendan estos países a los mercados americanos. Los norteamericanos verán aumentados los precios en esos 25% cuando vayan a comprar productos de México o de Canadá, y de momento en un 10% los de China.

Queda en vísperas lo que sucederá con los precios comerciales de Europa. Los EEUU aplican un recargo o arancel a lo que entra, y ese dinero se lo queda el Gobierno americano, mientras que las luchas comerciales entre productos propiamente americanos y el resto se igualarán. 

Comercialmente saldrá más caro adquirir algo mexicano o canadiense de lo que era ahora. Y el consumidor americano de los EEUU dudará entre comprar algo de estos países o de los propios EEUU. Parece interesante visto desde la perspectiva simple.

Como es lógico, estos países en sus relaciones comerciales harán lo propio. Si les interesa. Y se entrará en una Guerra Comercial y en una bajada de la Globalización Comercial. Suena hasta bien, pero en estos momentos es un riesgo de recesión, de aumento de la inflación, y de tensión comercial añadida.

Los aranceles que Estados Unidos impone a México, Canadá y China (de momento)  tienen como objetivo principal proteger la industria nacional estadounidense y reducir el déficit comercial con México. Sin embargo, estas medidas podrían tener consecuencias negativas para ambos países y afectar a los consumidores de ambos lados de las fronteras.

Los aranceles se irán aplicando a todos los países, entre todos los países, e inevitablemente entraremos en periodos de negociaciones en donde se rebajarán y aumentarán según productos. No serán siempre aumentos lineales, sino selectivos, según lo que interese a cada país en la negociación.

Los aranceles son medidas que aisladas no son mucho, de hecho y sin darnos cuenta, los grandes supermercados en España lo hacen cuando ellos quieren con los productos que ellos quieren. Tienen márgenes suficientes para jugar con un 25% de subidas y bajadas. Y nadie decimos nada. Excepto que optemos por no consumir lo que ha subido ilógicamente de precio.