1.2.25

La izquierda desunida debe trabajar más por ser inteligente

Se está hablando desde ópticas ajenas a la política militante, desde la visión de profesores y personas de la cultura, de la necesidad de un agrupamiento de la izquierda más real, menos dada a cambiar de ideas para abrazar a los mercados, en aras de su visibilidad y su fortaleza. 

Las ideas no tienen nada que ver con los periodos electorales. Una cosa es ganar elecciones para poder gobernar, y otra bien diferente tener ideas para la sociedad que sean válidas y explicables.

No hay una manera "de ser" de izquierdas sino varias, como no hay una única manera entre los conservadores. 

Pero mientras estos son capaces (lo intentaban hasta no hace mucho) de aparcar sus dudas y diferencias en una optimización de sus fuerzas, en la izquierda agruparse con alguien de izquierdas que no es exactamente igual a uno, parece una traición, un grave pecado.

La división, sobre todo mental de la gente de izquierdas, trae la fragmentación y con ella la debilidad.

Mientras tanto la sociedad, que espera respuestas, ideas y capacidad de actuación, va abandonando la política por esas dudas que se perciben como idiotas.

Yo sí estoy a favor de la unión de diferentes opciones de izquierda, que no es lo mismo que a la mezcla por igual de todos los partidos que se mueven por los espacios progresistas. 

Todo se debe abrir y analizar, si con ello se alcanzan objetivos positivos para nuestras ideas y nuestra parte de sociedad más trabajadora.

Ha entrado Europa en la decadencia anterior al nuevo futuro?

La vieja Europa ha entrado en una decadencia compleja pero todavía le queda una década para encontrar la renovación, la regeneración, y demostrar que es capaz de enderezar su rumbo. 

(El texto anterior y el que viene a continuación es del año 2011, y ahora no sabría decir si estamos en la misma fase o hemos mejorado algo, a base de soportar la invasión de Ucrania desde Rusia).

Están pendientes de nosotros los europeos en América —en toda ella, por cierto— para ver si los viejos europeos somos capaces de salir del bache y encontrar una solución nueva. 

Tan es así las dudas, que hasta los EEUU están sufriendo embates en sus formas, que maldita la gracia que le debe hacer a los americanos verse señalados por agencias de calificación o por los gobiernos como el chino, que aprietan fuerte. 

Nos esperan eso si, en Europa al menos, años interesantes para la historia de los libros que enseñan Historia.

Es duro y complicado observar a tus hijos: jóvenes y muy preparados, desocupados y en casa, esperando su futuro que no llega por mucho que salen todos los días a conquistarlo, mientras a los “viejotes” de 65 años les decimos que hay que trabajar más años aunque ya lleven 40 dando el callo. 

Pero parece ser que es la nueva tónica en esta vieja Europa que se nos está agostando a marchas terribles. 

Está llegando el día que los jóvenes preparados con nuestros impuestos, huyan de Europa en busca de ese futuro hacia tierras lejanas, y si no al tiempo. 

La inmigración en Europa se puede mezclar con la emigración.

Europa ya no aguanta su propia forma de vida, pero más que nada por que no tienen líderes que le echen arrestos y creen una nueva manera de entender Europa, que sea más social, más humana. 

Que vuelva a ser exportable su modo de entender la sociedad a otros países. 

No toda Europa es igual, pero el camino emprendido, la desunión y las dudas, son muy contagiosas. 

¿Dónde están las ideas de Unión, de una Europa fuerte en el mundo, de una Europa que marca los caminos de futuro en vez de aguantar los chaparrones financieros escondiendo la cabeza?