1.2.25

Se nos acaba la Globalización. La mala y lo que queda de la buena


Se acabó la Globalización como la habían diseñado los mismos que ahora la quieren destruir, y la cambiamos por el lema de: “Mi Nación primero” que es el Mantra preferido de líderes como Donald Trump en los EEUU, Xi Jinping en China, Narendra Modi en India, Recep Tayyip Erdoğan en Turquía o Vladímir Putin en Rusia entre otros, incluidos algunos países de la UE.

Se acabó el comprar barato para crecer dentro aunque sea a costa de las localizaciones. Y eso se ve bien como es lógico, pues se explica mal o al menos no se explica del todo.

Todos los imperialismos buscan ser Imperiales, muy poderosos, y que otros países menores se les acerquen muy mansos para formar esos Imperios. 

Yo elijo quien quiero como amigo, y a ese no le pongo aranceles. Y a quien quiero joder o a quien quiero lejos de mi área de influencia, o con quien quiero negociar desde la prepotencia le pongo aranceles altos, para que venga hasta mi corral.

En un momento dado los aranceles se pueden volver contra quien los impone. Peor cuando quien manda es un tipo sin capacidad para medir, puede hacerlo al revés. Prohibir exportaciones propias a esos países que se rebelan. La globalización se rompería del todo.

Imaginaros a una Europa que no pudiera depender de las tecnologías de los EEUU y de sus amigos, por una prohibición en esas exportaciones. Hablo de tecnologías, pero también de Redes Sociales, espacios de almacenaje de información, o de empresas comerciales que globalizan las ventas de todo el mundo.

¿No debería Europa ir pensando en mejorar de forma urgente esos aspectos, de una dependencia total de "otros" en asuntos clave en el siglo XXI?


23.1.25

¿Y si la izquierda junta, hiciera una Jornada estatal de trabajo?

No descubro nada si digo que la Plataforma o Movimiento o Coalición Sumar está atravesando un periodo complicado por su indefinición, por las debilidades de sus líderes, por algunos errores graves en su seno, por rupturas que no siempre se aceptan o se entienden. ¿Y ahora? Pues no lo sé, posiblemente además, ni ellos mismos lo saben, lo sabemos.

Los partidos políticos tienen que tener Líder. Y esto desde la izquierda no siempre lo entendemos bien. Un Líder y un equipo potente. Y todo esto debe ser muy bien conocido por los votantes, seguidores, afiliados y simpatizantes. Conocidos, respetados y entendidos todos los integrantes de ese Grupo de Trabajo.

No sirve un Líder escondido. No sirve un Líder sin equipo. No sirve un Líder con dudas mantenidas en el tiempo. No sirve un Líder que no sepa comunicar bien todo el mundo social que lo rodea. Y a donde no llegue el Líder tiene que llegar el Equipo, que para eso debe ser bien conocido.

No tiene sentido que existan Sumar, más Podemos, con una IU que se mueve en medio y una serie de partidos políticos territoriales que tienen a veces mucho más poder y conocimiento que las "Fuentes" que pretenden aparecer por encima de ellos. Hablo de Galicia, Valencia o Aragón, por poner algunos ejemplos. Hay más.

Esto nos lleva a un punto de reflexión complicado. 

¿Y qué se puede hacer al respecto?

La división es el suicidio. Y lo admiten incluso los enemigos. Pero la Fusión o la Absorción es imposible. No hay bemoles para ser políticos con el sentido de la responsabilidad histórica que en cada tiempo se requiere. Pero habría que intentarlo. Hay que regalar generosidad a raudales. Todo por la ideología, aunque en esa decisión se pierdan puestos de responsabilidad.

Sumar no está ni peor o mejor que Podemos o IU. Que esa es otra. Sería necesario contar con una izquierda posible o imposible a la izquierda del PSOE, pero no somos capaces. 

Es posible que en este 2025 tengamos Elecciones Generales, no parece imposible con la que está cayendo. Y los meses son losas en el tiempo si esto sucede, pues nada se puede lograr con éxito desde la improvisación. 

¿Cuánto hace que no se sientan con fotógrafos las opciones de izquierdas estatales en una mesa o en una Jornada de Reflexión?

Sería el primer paso, sin garantías de nada. Simplemente para verse, lamerse las heridas y ponerse tiritas. Y de paso ver qué sensaciones se tienen tras esa Jornada de Trabajo.

Por cierto, una Jornada de Trabajo no es solo una reunión de los máximos dirigentes. Eso es un error. Se puede hacer sin equipos trabajando, pero eso es solo para tener mejor imagen.

Tiene que ser una reunión con varias mesas de trabajo paralelo, con diversas temáticas que cada una de ellas reflexiona con diferentes componentes de cada organización, para ver luego qué se saca en claro o en oscuro de todo.