Se está hablando desde ópticas ajenas a la política militante, desde la visión de profesores y personas de la cultura, de la necesidad de un agrupamiento de la izquierda más real, menos dada a cambiar de ideas para abrazar a los mercados, en aras de su visibilidad y su fortaleza.
Las ideas no tienen nada que ver con los periodos electorales. Una cosa es ganar elecciones para poder gobernar, y otra bien diferente tener ideas para la sociedad que sean válidas y explicables.
No hay una manera "de ser" de izquierdas sino varias, como no hay una única manera entre los conservadores.
Pero mientras estos son capaces (lo intentaban hasta no hace mucho) de aparcar sus dudas y diferencias en una optimización de sus fuerzas, en la izquierda agruparse con alguien de izquierdas que no es exactamente igual a uno, parece una traición, un grave pecado.
La división, sobre todo mental de la gente de izquierdas, trae la fragmentación y con ella la debilidad.
Mientras tanto la sociedad, que espera respuestas, ideas y capacidad de actuación, va abandonando la política por esas dudas que se perciben como idiotas.
Yo sí estoy a favor de la unión de diferentes opciones de izquierda, que no es lo mismo que a la mezcla por igual de todos los partidos que se mueven por los espacios progresistas.
Todo se debe abrir y analizar, si con ello se alcanzan objetivos positivos para nuestras ideas y nuestra parte de sociedad más trabajadora.