24.11.24

¿Cómo afectaría una bomba nuclear en Zaragoza?


Una de las idioteces más absurdas con las que nos podemos encontrar en Internet la vi ayer con cara de asombro. Por mi edad ya no tuve miedo, pero me quedé idiotamente sorprendido.

Una página web en donde te indicaban sobre el mapa de tu ciudad o de la ciudad que eligieras, las afecciones que podrían tener en tus propios barrios una bomba nuclear. Eliges incluso el unto exacto de la deflagración.

La cosa podría parecer un juego si no fuera porque puedes elegir entre cuatro tipos de bombas nucleares diferentes, y además señalar si la explosión se produce al caer a tierra o en el aire. 

No tengo ni idea si los datos de muertos y heridos se asemejan a algunos datos estadísticos serios, pero me resulta tristemente curioso este juego de IA, con los diferentes colorines de potencia nuclear.

Jugar con ciertas cosas es asumirlas de alguna manera, entender al menos que podrían ser posibles. Y eso ya me jode mucho más, pues demuestra que estamos tontos en tamaño irreal. 

Os dejo la imagen de la Zaragoza bombardeada con un arma nuclear en el mejor de los casos, es decir en el caso de que sea la misma bomba tipo de la II Guerra Mundial y que cayera sobre la superficie y no explotada en el aire. El resto de opciones no tengo bemoles para ponerlas.


¿Qué es el edadismo idiota? Una actitud de idiotas


El día que me enteré que existía la palabra "edadismo" ya era demasiado tarde. Nunca la había utilizado por no serlo ni sentirlo hacia otros, pero al leer hace unos años que existía esa discriminación por la edad, entendí algunas cosas que no lograba descifrar bien en mis caminos que perdía. Estaban practicando conmigo el edadismo y no me había dado cuenta.

Lo acepté y me reí de ello. No me siento viejo, creo que tengo unos 25 años, aunque casi me digan los papeles que tengo otros 50 añadidos. Es mentira. Me moriré joven, puede que dolorido y ajado, pero joven de cabeza que es la que sirve para hacer locuras o idioteces.

Nos calificamos excesivas veces para descalificarnos, y eso es muy malo, pero ya no hay remedio. 

Mi abuela que falleció con 102 años iba a coger caracoles todos los días, hasta pocas semanas antes de caer en la cama para descansar del todo. Coger caracoles necesita tener una buen espalda pero ella además los cogía con trampas que es otra modalidad más complicada.

Hay que estar ocupados en algo, y a ciertas edades lo mejor es dedicarse a lo que nos guste, pero sin sufrir. 

Movernos, reír, cambiar de sensaciones varias veces al día y no pensar en dolores, que efectivamente, los hay, pero tenemos que jodernos y entenderlos.

Hay mayores con 18 años y jóvenes con 75. Todo depende. Lo único importante es la felicidad y la libertad para ser feliz como puedas o desees.