8.10.24

El Mito de la Transición Española se nos hunde


Sabemos que nuestra famosa y a veces llamada Inmaculada Transición Española desde 1975 hasta el año 2000 fue una puta mierda llena de mentiras, manipulaciones y trampas para engañarnos a todos. Pero fuimos felices creyendo que todo era modélico.

Ahora salen a la luz basurillas, se van diciendo migajas, quedan muchas por destapar y curiosamente, jope, las más importantes; pero disfrutamos creyendo que nos engañaron por nuestro bien.

Los políticos mayores, los de mi edad, guardan (guardamos) silencio o ponemos cara de pavos. 

No quieren que se descubra la verdad de forma rápida, aunque ya sea tarde. 

Pero como vayan lentos, los que la vivimos, y me refiero a los que entonces éramos jovenes y ahora viejicos, nos habremos muerto del todo.

Algunas cosas se sabían, otras se intuían, e incluso hay algunas que no queríamos ni verlas, ni sospecharlas. Y no hablo solo del 23F, que de eso se ha hablado mucho, sino también de ciertos cierres bancarios, de algunos amigos a los que hubo que adorar para que no sacaran trapos sucios, al papel de algunos yernos, al de la Iglesia y sus poderes, a las reformas de la Educación, y no quiero seguir, pues jopetas.

Nunca quisimos saber nada del GRAPO ni de esa extraña relación de Francia con la violencia terrorista asumida, y así podríamos seguir tirando del hilo sin que nos diera mucho miedo. Y mientras tanto nos dejaban publicar revista con dibujos de chicas en pelotas, podíamos ver cine porno, a costa de que no habláramos de otros asuntos.

7.10.24

Sobre historias y deseos de ser como dioses


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Escribir es a veces inventarse vidas, 
crear personajes para que se muevan por uno mismo, 
imaginar historias imposibles 
que uno no se atrevería nunca a vivir.

Escribir es sentirse un pequeño dios, 
por dar vida con las letras que se imagina 
a seres que realmente los forma 
quien lee dentro de su propia vida. 

Sin los lectores, 
sin los cómplices necesarios, 
las historias escritas 
no están nunca terminadas.