10.7.24
Francia (1), el medio plazo y la noche liberal en Madrid
España está volcada desde Fraga Iribarne como ministro de Turismo, eludiendo que seamos un lavadero de dinero de distintas procedencias, en una economía de servicios. Es la California europea, en auto denominación poco afortunada, sin los que en el 90 considerábamos los empleos de calidad para ingenieros de Silycon Valley.
Recuerdo cuando a Walqa, en Huesca, así se la denominaba, como al semillero de empresas de Euskadi cerca de Bilbao y Vitoria. Pero Google no es una peña laurentina oscense y los bosques de la montaña no llegan a la densidad de los de Amazon.
Desde el dominio mundial en la producción de imanes, a partir de sus tierras raras, de China, va camino ella sola de cumplir sin firmarlo el protocolo de Kyoto, imponer el dominio en el sector renovable del que Aragón se enorgullece, cuyos componentes en España exclusivamente se llegan a montar y que depende de motores complejos que ya se investigan y producen cerca del sol naciente, California y no digamos Europa están perdiendo empleos incluso cualificados.
No de bajar en chanclas a machacar rocas para libar su cobalto o magnesio a base de desviar todo el agua de la cabecera del Manubles y devolverla para que rieguen manzanas aguas abajo en Moros y después la comarca de Calatayud.
Lo último es que el Gobierno autoriza a llenar el pantano de la Tranquera y cualquier otro de placas solares, después de instaladas en toda unifamiliar pareada. Nadie menciona el reciclaje de tanto panel, la recuperación de sus componentes que es el principal eje japonés para ser autosuficiente en renovables ni la duración de las cada día más complejas baterías de acumulación. La Tudor de la Avenida de Navarra te recomendaba como obrero con acceso al Seat 600 que exprimieras su motor de combustión de poco consumo, que ellos estarían para oír la misa en el coche y garantizar que funcionara el limpiaparabrisas y los faros. Y lo demás era a mano.
Hoy a cualquier crío les aíslas sin WiFi y consumen sus datos en dos días. Mandando archivos complejos sin saberlo que dependen de mega enfriadores y una producción de luz estratosférica. Sí, por eso sube. Sí, depende de los materiales extraídos en Argentina, África y China que tengas un coche eléctrico con aplicaciones o un portátil o tableta para cargarte aún más de capacidad de trabajo, para ser esclavo con sus medios prestados. Cómo no para poder lanzar un dron a Ucrania o Gaza, cuestión que implicaba la necesidad china de ingenieros rusos que ya ha sido superada.
Minas no rentables, profundización en la producción de coches propios a partir de quedarse con imagen de marca inglesa –MG-, o por participación en la producción del Partido Comunista Chino y sus planes quinquenales en la fabricación en oriente de los de las grandes marcas alemanas, la propia Stellantis cierra en Francia factorías y se han perdido, muchos de enorme calidad, se calcula que unos 900.000 empleos industriales en el país vecino. Llegando a generarse durante el periodo socialista de Hollande nada menos que un ministerio para la Reindustrialización.
La pandemia del Covid obligó a Bruselas a replantearse, hacia el proteccionismo, la recuperación del tejido industrial no solo para la fabricación de mascarillas más caras, sino tendente a extraer como mercado los minerales y tierras raras posibles que necesita, especialmente para seguir existiendo, Airbus y la industria, poca, puntera tecnológica que queda.
Ello podrá afectar asimismo a nuestro país de camareros, en que su principal industria transformadora, y más en Aragón, es la automoción.
Pero las soluciones democráticas son lentas, fueron más vertiginosas durante el franquismo y recuperación europea del Plan Marshall que desplazó al Ruhr y Paso de Calais, a las químicas del valle del Rin de Suiza, enormes contingentes de mano de obra de los países PIGS, blancos rotos y católicos. A pesar de ello, integrados parcialmente, con las mujeres de los obreros nunca dominando del todo el francés y vistos como de segunda.
Su siguiente generación juega en la selección de fútbol, Hernández; llegan a la Alcaldía de París, Hidalgo; e incluso a ser primer ministro, Valls, después de pasar España por el manto de la Unión Europea. A costa de su pesca, industria y cierre de sus minas, justamente lo que se quiere recuperar como estrategia.
En Pas de Calais y los hijos de los pied noir del extrarradio de Marsella ya no se creen nada. Se ven receptores de la emigración africana que ya no encuentra los puestos de trabajo industriales emigrados a China. Ya no se educa en la fraternidad al español ni al argelino en la cadena del señor Renault por su encargado.
Siempre a la defensiva, permaneciendo sus mayores en los bloques de protección oficial paridos por Le Corbusier, han votado lo que han votado y Le Pen no ha tenido ni que quedar tercera en la segunda vuelta en esas circunscripciones. Ha arrasado como Trump lo volverá a hacer en Detroit, prometiendo lo que no cumplió: volver a quemar gasoil y a una GM de barras y estrellas. Al señor Ford no lo nombra tanto, ese coche que significa vado en irlandés.
Así que la presunta victoria a la contra y sin saber cómo gestionar el día siguiente de Melenchon en circunscripciones burguesas de izquierdas pero no donde el PCF tuvo el caladero de votos no contiene Plan Quinquenal alguno, es cortoplacista, atiende a los exclusivos intereses de recuperar fraternidad en una sociedad herida industrialmente.
Francia y Alemania están jodidas, Kroos se queda en Madrid porque sus hijas saldrán más seguras, pero un jubilado de los que fueron a trabajar a Luxemburgo para el Consejo Europeo español goza de jubilaciones que triplican la máxima española… Y vuelve a su país de camareros, en que el socialismo todavía no ha desaparecido y la opción popular democristiana de la gente de bien, de sus nietos, se alterna en el poder como Sagasta con Cánovas…
Será que habrá más seguridad, menos chalecos amarillos por las calles y más resiliencia a que China haya comenzado a investigar porque los últimos no tenían innovación alguna que arrebatarnos ni nos hemos tenido que vender a cambio de motores de molino… O sí…
Continuará.
09.07 Luis Iribarren
8.7.24
Los franceses unidos, tardarán en ser vencidos
Los franceses han enseñado a Europa lo que no se puede consentir. Ahora toca lo más complicado, intentar que los resultados electorales sean resultados válidos para el futuro. La historia nos ha enseñado que no todos los extremos son iguales, y algunos hay que frenarlos para que cambien ellos mismos, si desean gobernar y no producir miedos.
Ha sido una semana curiosa en Europa. Mientras el Reino Unido votaba a mitad de semana y en 24 horas se iba el Presidente que había perdido, y entraba el nuevo en un alarde de rapidez que como poco, sorprende por la calma y la urgencia en su sistema de cambio; en Francia todas las encuestas fracasaban en un ejercicio social más que político, que había logrado en solo una semana dar la vuelta a todos los resultados posibles.
Tomemos nota. O mejor dicho: Tomemos Notas.
Las derechas extremas dan miedo, incluso a las derechas conservadoras, aunque no en todos los países europeos. Pero estoy seguro que incluso en lo más reticentes a entenderlo así, habrán tomado buena nota.
Las izquierdas unidas son más capaces, sobre todo si utilizan la inteligencia política para saber en dónde no hay que presentarse para perder. Por ejemplo en el Senado de España en muchas ciudades pequeñas.
Para la izquierda francesa viene ahora lo complicado. Saber gestionar su triunfo. Entender que ser generosos a la hora de retirarse no es lo mismo que saber gestionar las formas de gobernar. Y sobre todo admitir desde el primer día que este experimento solo se puede hacer una vez cada muchos años.
En España tanto el PP como el PSOE habrán tomado buena nota de todo lo acontecido en Francia y Reino Unido. Europa sale victoriosa en lo que parecía un futuro bastante gris marengo, pues Francia es mucha Francia dentro de la UE, y sabe que esto es un punto de palanca, pero solo un punto.