26.6.24

Es inevitable pactar, dialogar, negociar, llegar a acuerdos


Hoy publica El País esta frase: "Quien pacta, gana, aunque no consiga todo lo deseado. Quien se excluye, pierde, porque se enfrenta a la esencia triple del estilo democrático (dialogar/negociar/acordar) y se desarraiga de la inmensa mayoría, contraria a guerrear sin dividendos." La firma Xavier Vidal-Folch.

No es necesario estar de acuerdo con toda ella, pero en su fundamento habla de algo básico en todo tipo de relaciones, incluidas las de negocios y las políticas.

Es inevitable pactar, dialogar, negociar, tener buenas relaciones con tus diferentes, llegar a acuerdos suficientes.

No se trata de perder, pero tampoco se trata de ganar. Aunque hay que advertir que ante cualquier acuerdo ganan todos los que lo firman.

Y en esta anterior frase (mía) se esconde todo tipo de negociaciones. Incluso esas que luego nadie entiende desde fuera de la misma. 

Quien queda fuera de una negociación, tiene la obligación de criticarla, pues es el que realmente ha perdido. 

Esa es otra norma no escrita. 

Tras cinco años sin acuerdo alguno entre el PP y el PSOE, al menos sobre la renovación del órgano que gestiona los jueces, bienvenido sea, aunque el texto no guste a ninguno.

¿Y a partir de ahora? Pues hay dos temas pendientes en España. Mejor dicho tres temas pendientes.

1/ Dejar de insultarnos entre todxs como si fuéramos niños de preescolar.

2/ Olvidarnos de querer avanzar por acción o por sumisión hacia una derecha extrema, y eso va tanto para el PP que se arrimaba sin inteligencia, como al PSOE que ayudaba al PP a arrimarse y sin que lo pareciera.

3/ La izquierda de izquierdas debe reflexionar.

25.6.24

No sé si la razón la tienen los apagados y quietos


La sensación de que uno puede ser un inútil, un incapaz se multiplican con el verano. Debe ser el calor. Pero son solo sensaciones que van y vienen, no son realidades. Si continuáramos con esa manera de pensar terminaríamos deprimidos. Y tampoco es eso.

No hay un motivo extra para tropezar en la depresión, sino, no sé… simplemente que cuando se pelea por algo y no se avanza, cuando todo parece quedarse quieto mientras a uno le hierve la sangre por no avanzar, cuando parece que está remando contra la corriente que se cree básica, fácil, la normal, la necesaria… le entran ganas de rendirse y de dar la razón a los apagados.

A veces cuesta entender que no se logre lo normal, lo habitual, lo sencillo. Que todo nos parezca mucho más complicado de lo que imaginábamos. 

Los deseos de la mayoría de las personas es la tranquilidad, el sosiego, la nada. Tal vez tengan hasta razón, para lo poco que se consigue con otra manera de pensar. 

Pero es que precisamente la nada es lo que quieren los que manejan, manipulan o juegan a joder. 

¿Les doy la razón a los malos o se la doy a los quietos?