31.5.24

¿De qué se hablará en el Club Bilderberg 2024?


Hoy se reúne casi en secreto y en Madrid el Club Bilderberg en su reunión anual que servirá para sentar las bases del Poder para todo un año. Al menos. Son más los ciudadanos que piensan que estas cosas no existen, que esto es un juego de poderosos que quieren aparentar, que en realidad es una reunión para tomar unos copazos.

Dicen que el tema principal del Club Bilderberg para este año se titula. "Ucrania y el Mundo" pero no dicen nada de si hablarán sobre Israel. Está claro, se habla de lo novedoso, de lo que puede mover la estrategia. El tema de Gaza, los palestino e Israel son viejas historias repetitivas.

No es una reunión de una tarde, sino al menos dos jornadas completas y otras dos medias jornadas. Es decir, las reuniones del Club Bilderberg dan para mucho si eres de los que vas a estar todos los días, y asistes a todas las asistencias. Ponencias todas ellas, muy actuales e importantes.

Además de "Ucrania y el Mundo" para evitar poner Rusia sobre el papel, se piensa reflexionar en el Club Bilderberg sobre "Oriente Medio, Rusia y China" dejando claro que importa y mucho su creciente influencia en el mundo globalizado, se analizará el papel de "La Inteligencia Artificial" como elemento novedoso, el "Papel y Retos de la UE y EEUU" como elementos claves que todavía gobiernan el mundo pero con serias dudas de… ¿hasta cuando? Y finalmente se analizara también el "Cambio Climático" y sus consecuencias económicas.

El Club Bilderberg  es privado, y se reúne cuando quiere para hablar de lo que le parece. No son pocas personas pues como señal podemos decir que el papel de España que es bajo suele incluir a entre 7 y 10 personas en este Foro. Se cree que en total son unas 130 personas las invitadas.

La idea fundacional del Club o Foro Bilderberg es fomentar el diálogo entre Europa y América del Norte. Cada año se invita a participar a algo más de un centenar de líderes políticos y expertos de la industria, las finanzas, el trabajo, el mundo académico y los medios de comunicación. Son los líderes del mundo, los que realmente ostentan el poder desde el liderazgo mundial.

Siendo una organización privada que invita a los ponentes, y a los observadores, tiene una norma clarísima. Es secreta. Pero no totalmente secreta. Como casi todo en el mundo del Poder. Lo que nunca se puede identificar no son ni las ideas, ni las reflexiones. Lo que está prohibido es decir QUIEN OPINA QUÉ

No se vota nunca, nadie está allí en condición de su cargo sino a título personal aunque sean Ministros, grandes empresarios o incluso Jefes de Estado. 

Esa ventaja del silencio sobre los responsables es maravillosa aunque suena a curioso que yo diga esto. Sirve para que cada persona, a título "personal" pueda hablar sin limitaciones del cargo, pueda recoger ideas y opiniones de otras personas, sabiendo que no las ofrecen por su actual responsabilidad, sino por lo que realmente piensan.

¿Gobiernan el mundo? Posiblemente no, los resultados actuales nos indican que muy posiblemente no, o serían unos torpes. Pero sí tienen un poder tremendo, si saben tomar buena nota de todos entre todos, sí trabajan todos los días del año en intentar que el mundo funcione de una manera determinada. Pero no son tontos y saben que la libertad además de poderla controla debe saber gestionarse en libertad. Si aprietas en exceso las argollas, tienden a quejarse los esclavos.

Podemos vivir mejor si queremos. Depende de nosotros


El decrecimiento parecía inevitable para encarar la salida de la actual crisis
global de estas décadas de inicio del sigo XXI, crisis compleja además de completa y globalizada, pues cuando ya parecía algo domesticada nos llegó la pandemia para volvernos a marear. 

Nos quisieron decir que el decrecimiento era bueno para poder pagar las deudas e intentar ahorrar. Hemos vivido los primeros años del siglo XXI, falsamente en un crecimiento provocado por los mismos que luego nos pedían frenar y decrecer en el consumo, y que parecía la panacea de todos los problemas. 

Nos habíamos engañado entre todos, creyendo que solo el crecimiento constante nos podía proporcionar la felicidad, el trabajo, la economía mejorada. Ahora estamos en el pozo del decrecimiento simplemente porque todo lo que sustenta nuestros pensamientos sociales se ha hundido. 

Decrecemos y estamos sin creer en nada. Ya no creemos en los bancos, tampoco en los gobiernos. 

En Europa tampoco en la iglesia, casi tampoco en la familia, menos en el trabajo pues nos ha hecho dudar de cuanto durará, en el consumo, en los medios de comunicación, en el esfuerzo imprescindible para buscar la excelencia. 

Todo está en duda y es lógico que para salir tengamos que reconfigurar muchas cosas.

No es posible trabajar como hace una década. No hay trabajo para todos. 

Y eso supone que el trabajo (no todos, cuidado) valga menos, tenga mucho menos valor. Aunque seamos capaces de producir mucho más por nuestras horas de trabajo. Los empresarios han aprendido a pagar menos, aquí y sobre todo contratando fuera o de fuera.

Así que ya no es posible consumir como antes y esto es una ventaja para salir de la actual situación. El mundo no puede soportar un consumo sin control en donde muchos más, consumimos cada uno mucho más. Hay un punto de no retorno. 

La sostenibilidad es inevitable y obligada en todas nuestras decisiones.

Ya no nos fiamos de los que gestionan la sociedad. Tenemos que soportarlos hasta que se invente “algo nuevo”. Pero la sociedad occidental está muy atenta a que pueda surgir un sistema social y económico diferente. No sabemos de qué tipo. Atentos por si acaso, para aupar o para doblegar. Depende.

Sabemos que nos siguen engañando y de momento nos dejamos, pero es cuestión de tiempo el que se reaccione. O al menos esa es la esperanza.O el miedo. Depende del tipo de reacción.

La violencia no es la solución, pero sí lo es que tomemos responsabilidad de lo que hacemos, que sepamos tomar las decisiones personales que busquen la calidad de vida, que pongamos en valor la organización celular, la información y sobre todo la formación constante y por nosotros mismos.

Somos capaces de vivir mejor si queremos. 

Por mucho que todos esté montado para que no seamos capaces de querer. No les interesamos muy preparados, les interesamos justamente preparados para no quejarnos pero para ser excelentes en lo que a ellos les interese en cada momento. 

¿Y a nosotros… qué nos interesa?