18.11.23

Los límites de la familia de un enfermo deprimido


Una persona con depresión es un gran trabajo añadido para la familia que está a su lado, y a veces sin querer el paciente, se convierte en una carga complicada de entender y de llevar por el camino del cariño, de sus necesidades, de todo lo que nos pide. 

Todas las enfermedades son complicadas para el apoyo familiar de calidad, pero la depresión es una gran desconocida para muchas familias y no siempre se sabe cómo actuar ante ella.

Una persona con depresión, a veces pide más de lo que se le puede dar, incluso lo que pide…, de dárselo, es contraproducente para los intereses de su mejoría. 

Hay que asumir también, que muchas veces junto a un depresión está a su lado una ansiedad en distinto grado, crisis agudas, miedos, fobias o pánicos.

Hay que mostrarles mucho cariño, mucho amor, pero eso no quiere decir que nos tengamos que plegar a todo lo que nos solicitan. 

Como familiares no es bueno caer en todos los estados en los que vaya cayendo la persona enferma, y que asumamos con sufrimiento que llevarle la contrario es contraproducente. A veces llevarle la contraria es inevitable.

Los cuidadores debemos defendernos. 

Apoyarles y mucho, pero sin que la carga sea tan alta que se nos apoderen y caigamos nosotros en una situación complicada, a veces similar. La paciencia es muy importante. Pero hay que fijar límites para que la relación funcione bien entre las dos partes.

Es posible que estos límites los tengamos que hablar con el profesional de medicina que trata a nuestro familiar y a solas. Nadie sabemos de todo y más admitiendo que cada persona absorbemos de una forma distinta a los que nos cuidan.

El cansancio es muy normal entre las personas deprimidas, pero es muy negativo que ese mismo cansancio se contagie a los cuidadores. 

Atender a un familiar con depresión no se puede convertir en una carga agotadora, pues entonces la ayuda es negativa.


La izquierda falla en comunicación política básica


Me comentaban unos amigos de Castilla La Mancha 
en el año 2011, que Cospedal (PP) había informado de unos coches Volvo de alta gama, que el gobierno de Barreda (PSOE) tenía en los garajes sin utilizar, como un gasto desmesurado e inútil. 

Y mis contertulios, votantes socialistas ambos, me comentaban simplemente que debía ser verdad, que no entendían que de ser mentira no hubiera salido Barreda a desmentirlo categóricamente.

Es un ejemplo tinto en estos tiempos de manipulación informativa brutal, ya depurada y aprendida de mil ejercicios para aprender a realizarla.

La información política, la comunicación que desde gran parte de la izquierda hacemos a nuestros ciudadanos votantes, a nuestra masa social progresista, es escasa y muy mal organizada. 

Nuestros equipos de comunicación política son: o mal utilizados o mal elegidos.

Me consta que los Volvo se eligieron en su momento por motivos de seguridad ante ataques terroristas, por su seguridad más completa que casi ningún otro modelo de vehículo, se decidió además por los equipos de seguridad del Gobierno y no por los políticos de cada momento. Hoy ya no se utilizan por el enorme gasto en kilometraje.

Como me consta que este gasto comparado con realizar la estación del AVE de Guadalajara tan lejos del núcleo urbano o las urbanizaciones de los terrenos adyacentes propiedad de familiares de políticas muy conocidas… son “pecata minuta”, una tontería de comparación que habría que haber explicado mucho mejor constantemente.

Motivos había pues para salir contundentemente a explicar lo realizado. Otra cosa es que los medios de comunicación ayuden en esta labor. 

Es, ha sido, sigue siendo y si no mejoramos mucho será, la gran asignatura pendiente de la izquierda. 

La comunicación política sin manipular pero clara y contundente. 

Y sobre todo constante y pedagógica para que los ciudadanos sepan todo lo que se hace, lo que no se hace y los motivos de todo.

Pero la izquierda en este 2023 está dando ejemplos claros de que no sabe comunicar, de que los silencios son los más sencillos modos de no equivocarse en la explicación.