6.9.23

Chucherías e indios de la infancia viejuna


La infancia de los viejunos actuales la tenemos unida a pequeñas cosas sin valor excesivo, pero llenas de color y de tradición, de sabor dulce y de amor, de sonrisa y de entrega. Eran tiempos de tener pocas cosas y más tiempo, tenían que durar pues no era sencillo reemplazarlos.

Todos tenemos en nuestro recuerdo una tienda de chucherías escondida en la niñez. La mía vendía indios a 1 peseta y cambiaba tebeos a 50 céntimos. Se llamaba Casa Amadeo. Tenía otras dos, es verdad.

Yo en mi casa tenía de jefe a un indio azul que en realidad era un vaquero, pero en la tienda no podías pedir vaqueros porque no sabían muy bien lo que solicitabas. Allí solo vendían indios a granel.

Como éramos pobres yo creo que nos mimetizábamos con los indios  y casi siempre ganaban ellos… incluso en el nombre del producto. 

Pero en cuanto llegó la televisión y nos enseñó que los realmente buenos eran los vaqueros todo cambió y nos dimos cuenta por primera vez que uno puede equivocarse durante años sin notarlo. Ya en los años 60 nos empezaban a decir en qué teníamos que creer.

Ahora estoy traumatizado, porque he vuelto a decidir que los buenos eran los indios, y no sé si es que soy raro o que en algún momento alguien me ha engañado. 

Tengo tantas dudas, que esta la he convertido en la mayor. ¿Eran malos los vaqueros o simplemente es que los indios eran más buenos de lo que nos han dicho siempre?


5.9.23

Viñeta del Día. Nada es fijo en la vida

 

Nada se comporta de forma fija, todo es movible, todo se puede suspender o cambiar. Así que toca asentar bien todo lo que se va consiguiendo si queremos que cueste algo más su destrucción.

O ponemos cimientos fuertes en las leyes o en las formas, o enseguida saldrán otros por detrás que romperán lo conseguido.

Eso ha sido siempre así, pero parecemos no enterarnos. Creemos que por llegar a una meta, no saldrá otra nueva por detrás de los bosques oscuros. Sí, somos torpes.

Nota.: La viñeta de Forges publicada en El País es del año 2014.