13.8.23

Puigdemont quiere ser Tarradellas


Mientras sigamos considerando a la Historia como una asignatura maría, no tenemos mucho en donde mejorar como sociedad. La Historia solo la leen los que la quieren conocer, y Puigdemont se la ha leído. Y él no quiere ser Carles Puigdemont sino Josep Tarradellas. Y solo entendiendo todo desde este óptica podremos ir abriendo luces.

Carles Puigdemont sabe que en este agosto del 2023 se la juega a nivel histórico. Lo que decida él, lo que decidan sus compañeros en el Congreso de los Diputados de Madrid tras recibir las órdenes desde Bruselas, saldrán en los libros de historia de Cataluña, como poco.

Y lo saben en Cataluña, y lo deberían saber bien en Madrid. Sus decisiones no son en clave de gobernabilidad, sino en clave histórica. Sean del tipo que sean. Cediendo o imposibilitando. No se plantean un posibilismo a corto plazo, ni para España ni para Cataluña. Quieren y querrán escribir otro capítulo más de la historia de Cataluña.

Josep Tarredellas, cuando en octubre de 1977 salió al balcón de la Generalitat y le gritó hasta seis veces en su discurso a la multitud concentrada en la plaza de Sant Jaume, la famosa frase «Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí!» marcó una frase histórica, que Carles Puigdemont desea repetir

No hay otra lectura, y al igual que en 1977 se supo negociar todo, ahora toca volver a leer libros de historia.



12.8.23

Cuando había Dios pero no había Religiones


Los primitivos chinos, los de hace 5.000 años al menos, ya creían en Dios. Lo llamaban en chino, eso es inevitable. Y por eso su nombre en occidental sería el equivalente a Shang Ti, que traducido sería "El Soberano de Arriba".

Ya tenemos dos curiosidades muy curiosas, y valga la redundancia pues son dos. Hace 5.000 años y según se ha quedado escrito pues ellos ya conocían la escritura, creían en un Dios y además venía de Arriba.

Y además creían que Él era capaz de lograr la supervivencia a la Muerte Terrenal. Otro detalle de hace 5.000 años. Además los ciudadanos de aquellas culturas o sociedades adoraban a sus antepasados, pues eran ellos los que vigilaban como Ángeles Protectores que sus descendientes no se desviaran del recto camino. Si lo hacían, tras la muerte actuaban de testigos de cargo.

Pero sobre todo veneraban a ciertos antepasados más antiguos, no conocidos en persona, pero que eran compartidos por muchos ciudadanos por haber realizado grandes obras en vida. Diríamos que serían los antecesores de los actuales Santos.

Por gremios tenían a sus propios "Patronos Santos" a los que veneraban por su conocimiento ancestral en esos oficios. El Santo de la Agricultura era Hou Chi o Shennong o Hou Ji y sobre todo lo fue por haber introducido el mijo antes del conocimiento del trigo y por haber defendido la filosofía agraria entre sus vecinos. 

Sería un antecedente de San isidro Labrador, que aunque sea el labrador de Madrid más conocido, hay que recordar que era mozárabe, es decir una mezcla entre visigodo, cristiano y que debía convivir y obedecer en un mundo musulmán.

Y vuelvo enseguida a los chinos. Aquellos ciudadanos de hace 5.000 años tenían Dios, pero no tenían religión. ¿Imposible? Pues no. Aquel Dios al que llamaban Shang Ti simplemente formaba parte de toda la sociedad, del Gobierno, de la vida en común. No existía una organización aparte al propio Gobierno que velara por respetar las Leyes y Tradiciones de Shang Ti. Él era todo y estaba en todo.

No se podía ser NO religioso, ni tampoco se podía ser solo ciudadano social o ciudadano político o religioso. Cada persona era todo a la vez. Nadi atendía al culto de Shang Ti excepto el propio Gobierno, la totalidad de la sociedad. Si estáis pensando que eso es positivo para esa creencia, os digo que no, que aquello fracasó precisamente por no tener a nadie que la protegiera del resto de intereses particulares o de Grupo.

En aquellos años el Emperador recibía el mandado de su Dios, de Shang Ti, algo similar a lo que sucede con el Papa de Roma que recibe su mandato de Dios. O lo que sigue siendo esa mezcla en un solo hombre como existe en Reino Unido con el Rey y su mandato civil y religioso en la misma persona. 

El Emperador era el Hijo del Cielo, el obediente a Shang Ti, el Dios que lo había elegido. En el momento en que existió un Grupo Organizado que deseaba amortizar al Emperador tenía dos caminos. O su Dios les estaba ordenando derrocar al actual enviado de Shang Ti, o tenían que decir que aquello era una patraña.

Curiosamente el Emperador era el único que podía tener contacto directo con Shang Ti. El resto de ciudadanos tenían cientos de Santos, y a ellos les podían hacer ofrendas, tributos, sacrificios, rezos. Pero el único al que se podía dirigir directamente y hacer ofrendas y sacrificios era el Emperador.

En nuestra religión católica por ejemplo, abundan Santos, Vírgenes, Jesucristos, y a todos ellos les podemos rendir tributo u ofrendas, Y en todos ellos creemos a pie juntillas. peo aunque existen figuras del único Dios, hay muy pocas en las iglesias, casi ninguna en comparación al número de Santos o Vírgenes.

No existe en la religión occidental una fiesta directa a Dios, en cambio hay cientos repartidas por todas las localidades dedicadas a Vírgenes o Santos. Es curioso. No sabemos bien como rezar a Dios directamente si no es a través de la intermediación de otras figuras, incluidos los sacerdotes. Hay fiestas tan señaladas como la Navidad o la Semana Santa, pero se refieren al Hijo de Dios. 

Es como si ahora, 5.000 años después de lo que pensaran los chinos, tampoco los occidentales pudiéramos dirigirnos a Dios para hacerle ofrendas o sacrificios. Nos dirán que sí, que todo está dirigido a Dios, incluso que Dios no nos puede atender directamente y por eso están sus intermediadores. Es decir, reconocen que no debemos/podemos dirigirnos a Dios, pues no somos quien para molestarle.

Y ya para terminar este tonto análisis, unos pequeños detalles. Aquel Shang Ti había Creado la Vida pero no hay constancia de que hubiera creado la Tierra, gestiona la supervivencia de las Almas, Gobierna desde su Misericordia, su presencia en total en todos los espacios pero además es invisible, es más poderosos que todos los antepasados juntos y mucho más que los demonios que puedan intentar ir contra Él.

Siglos después los propios chinos crearon los Leones Fu o Leones de Buda, que eran bestias animales que defendían a sus Dioses contra la injerencia de "los demonios y malos", es decir, un precedente de los Ángeles defensores de las Leyes Religiosas.

Cuando la figura de Shang Ti parecía debilitarse algo como creencia única, se empezó a configurar ese mismo Dios como el que gobernaba no solo el cielo, sino también la Tierra, las Montañas, los Ríos. Y por otra parte la religión Cristiana para demostrar que era superior a esas otras religiones más antiguas hizo que sus Demonios fueran similares a los Guardianes Chinos en forma de Leones, y se construyeron los Dragones contra los que luchaban los Santos Guerreros de la nueva religión.

Todo lo que han leído son posiblemente casualidades entre distintas religiones que no tienen nada que ver entre ellas, pues las distancias en el tiempo y en kilómetros era enorme. O sí, vete a saber.