18.7.23

Consumiendo podemos cambiar el mundo

Nos han convencido de que somos seres egoístas, y de tanto decírnoslo nos lo hemos creído, enterrando la realidad ancestral. Somos seres que como todos los animales, somos capaces de ayudar a los demás y además disfrutamos con hacerlo.

Es verdad que a algunos personajes les interesa este mensaje negativo, para así pasar ellos desapercibidos, o lo que es peor para nosotros y mejor para ellos: pasar como los adalid del invento egoísta. 

Aquellos que son egoístas han logrado hacernos creer que todos somos egoístas y así pasan por personas lógicas, por seres excelentes. Pero es mentira.

La solidaridad entre seres humanos es constante, aunque tenga que pelear muchas veces contra la insolidaridad de otros seres humanos que curiosamente han logrado puestos de representación mayores, por habernos creído como sociedad que los que mejor defienden los intereses generales son aquellos que son egoístas e insolidarios.

Ayudamos a los vecinos, a los familiares, a los amigos, a los compañeros de vida, a los que tienen dificultades. 

Nos enternecen las situaciones vitales delicadas, la debilidad, la falta de libertad, los problemas de los demás. 


Simplemente somos tan solidarios con lo que nos rodea como todos los demás animales que están sobre la tierra.

Así que cuando hablamos de cambiar el sistema de economía capitalista por otro más social, más humanos, que busque el bien común, lo tenemos fácil. Simplemente tenemos que ser nosotros mismos.

Hay que consumir de aquellos productos que no estén gobernados y gestionados por corporaciones que destruyen el medio ambiente, abusen de personas, solo busquen su beneficio personal. 

No es tan complicado encontrarlas. 

Normalmente entre una inmensa empresa con marcas que no hagan publicidad de sus ayudas sociales y otra que nos diga qué hace por el planeta, por sus trabajadores, por el crecimiento sostenible, es suficiente.

Debemos intentar que todas las grandes empresas inviertan una parte de sus beneficios en mejorar el mundo y que luego expliquen en qué lo hacen. 

Si logramos diferenciar con trasparencia a las grandes empresas, entre las que cuidan a las personas y al Planeta de las que callan, a costa de saber nosotros elegir qué consumimos y de qué gran marca, habremos logrado un gran avance en mejorar nuestro entorno.
 
¿Conoces otras formas para lograr que este mundo sea algo mejor?

17.7.23

Hervé Tullet y su libro Colores

En libros para niños pequeños que no sean puramente cuentos hay cada vez más ejemplos muy útiles, sencillos y maravillosos. No suelo recomendar libros casi nunca, pero este libro: "Colores", me ha llamado la atención en una visita a casa de unos amigos. El libro está pasando de manos entre sus tres hijos, de 6, 4 y 2 años. Y es tan simple que asombra.

El escritor, ilustrador y artista Hervé Tullet ha creado un libro… abierto a que sea muchos libros con algo tan sencillo que sorprende.

Es un libro con pocas páginas que se convierte en una fiesta divertida y llena de magia a poco que los adultos interactúen con él. 

Y es un libro que los niños pequeños piden todos los días para aprender, jugar y practicar y que no se cansan de ver a pesar de que muchos de los «trucos» que invita a realizar, ya se los conocen. 

Pero el verdadero truco es que necesitan a un adulto para que se produzca la magia.

Habla de colores básicos, de sus mezclas, e invita a jugar con esos colores mezclándolos para convertirlos en otros colores. 

Y en algo tan básico, los adultos tienen abiertas un montón de opciones que ellos deben inventarse con sus pocas páginas, manchándose, jugando con papeles, colores, e imaginación.

El autor, Hervé Tullet, ha creado un buen número de libros, casi todos entran de lleno en el mundo del Arte y que os recomiendo que descubráis poco a poco pues permiten explorar de forma sencilla todas las opciones que el Arte representan en la educación visual de los niños a todas las edades.