7.7.23

Taller de escritura 23. Técnica para comenzar un relato si no hay ideas

Vamos a realizar un ejercicio muy simple para esos días en los que no sabemos sobre qué escribir, pero en cambio el cuerpo nos pide escribir y disfrutar con ello.

Coge un libro de tu biblioteca. Da igual cual.

Y ábrelo por la página 49 o por la 56 o por la 32, da igual también. Elige la línea tercera o la sexta o la novena, lee dos líneas y coge de ellas una oración sencilla, una frase corta.

Escribe esta frase del libro en una hoja de papel en blanco y a partir de ella…:

…escribe después hasta tres o cuatro primeras líneas de un relato nuevo.

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Ya tenemos la base, las primeras piedras de un nuevo edificio literario, de un nuevo relato que parte de la nada, de la copia de una frase de "otro" pero que nos sirve para abrirnos camino.

Yo he abierto el libro de Saramago “El evangelio según Jesucristo” y por la página 32 he recogido esta frase…

Las nubes del cielo, de modo extraordinario, aparecieron teñidas de violeta…

A partir de ella vamos a construir el relato, no sabemos sobre qué, pero ya tenemos el comienzo, la frase que servirá de amalgama para la construcción, para darle sentido y punto de salida, para ayudarnos si estamos atascados y no sabemos comenzar.

Tenemos el inicio robado eso sí, pero es simplemente el inicio a esa falta de iniciativa.


Esto no es malo en si mismo, es una forma de hacer ejercicios de escritura, de aprender a crear a partir de una frase corta a la que le tenemos que añadir imaginación.

Nos sorprendería ver cómo de diez personas con la misma frase de comienzo, nos harían diez historias bien distintas. Nuestra imaginación es la que al final dará sentido a un inicio sencillo y sin sentido todavía.

Nosotros seremos quienes aprendamos con este ejercicio, pero también los constructores de esta nueva historia.


¿A quién le escribo? ¿Quién eres tú… mi lector?


Mis lectores, vosotros, los que os acercáis a leer estas líneas, sois en casi la inmensa mayoría españoles de España, valgo la redundancia para remarcar lo que deseo decir. 

Estoy encantado con mis lectores, pero me pregunto muchas veces qué lleva a una persona a entregar unos segundos o minutos a un blog de otra persona, leyendo temas e ideas de otro fulano…, que nunca sabes como autor y cuando lo escribes, si realmente interesará a alguien lo que dices. 

Incluso simplemente si entretendrás a alguien.

Desearía ser leído en castellano por muchas más personas que no fueran españoles de España, es decir, por  gente de Iberoamérica, de otros países, simplemente para multiplicar mis lectores. Pero tampoco esto lo tengo claro. 

¿Con qué me conformo?

No sé qué leen las personas que se pegan a un teléfono móvil o a un ordenador y que deciden no estar atados a una Red Social. 

¿Por qué me regalan un tiempo de su vida para leerme?

Es verdad que San Google es un gran tirano, que te puede traer lectores o frenar los que decide frenar o priorizar. Nunca sabes bien el motivo. Y todos desearíamos conocerlo, penetrar más en otros regazos, en otras tablet. En otros hogares.

Sobre todo porque si no se sabe a qué lectores te estás dirigiendo, es complicado acertar en los temas que sueltas, en lo que repartes, en los modos incluso de planificar lo que escribes. 

Tal vez eso sea lo hermoso del escritor, la incertidumbre.

Sí observo —en las últimas semanas— una tendencia a leer los lectores más temas serios, o temas algo más profundos que el año 2021. 

No sé si es producto del final de la pandemia, la nueva Guerra contra Ucrania, la nueva crisis económica, algo de cansancio hacia lo fácil…, o son modas que creo ver y no son ciertas.

Cuando ya se tiene una cierta edad —una edad que desearía que fuera incierta pero que se nota en las arrugas y en la silueta— a uno le gustaría repartir, entregar tonterías que considero válidas como la experiencia, la alegría conservada, las ideas viejunas que nunca pasan de moda.

Y en todo eso estoy, cuando como siempre me van llevando las dudas, el poco tiempo que tengo para reflexionar. 

¿Merece la pena seguir dudando? 

¿Qué tamaño es el correcto de una entrada? 

Hasta la siguiente.