25.5.23

Pegatina de la Transición. Libertad de Opinión

La anterior es una pegatina de la época de la Transición en España. Gritaba o pedía Libertad de Expresión desde el papel impreso, pues no la había en la calle. 

Te podían detener, darte una paliza y llevarte ante el juez por llevar un jersey rojo a una manifestación o por escribir unas palabras en Andalán. 

Ahora sí tenemos Libertad de Expresión, pero censurada por nosotros mismos, que es la más cruel manera de censura. Y curiosamente hay un exceso de insultos en la vida cotidiana, en las Redes, incluso en los comentarios de los medios de comunicación digitales serios, sean del color que sean.

Nos auto censuramos… si somos o decidimos sentirnos responsables de lo que decimos, mientras otros van repartiendo las basuras y los vómitos sin saber si son ciertos. O lo que es peor, sabiendo que son mentira, pero algo queda.

No quiero dar pistas, no me corresponde a mi, pero en estos meses han sido muchos los que han mentido y los que —aunque vayan a misa los domingos— no irán al cielo. Los han engañado, los curas no perdonan del todo, solo lo parece. 

Volverán las oscuras golondrinas a traernos pegatinas de libertad cuando nos hayamos cargado la democracia del todo. No nos daremos cuenta y casi es lo mejor, que no seamos conscientes de lo que estamos haciendo, para evitar malas hostias.

Ajovín


24.5.23

Jugamos a joder la Democracia y no nos enteramos

Resulta complicado enterarnos de que hay organizaciones que se dedican a comprar votos en la España del siglo XXI. Siempre ha existido el convencimiento de que en algunos lugares en donde se juntaban personas muy mayores y partes religiosas de la sociedad, se convencía o se entregaban sobres cerrados para ir a votar. Nunca fuimos capaces de hacer nada para evitarlo.

Pero lo de ahora, lo de Melilla o Almería (de momento) toca la fibra de cualquier demócrata. Si ya los políticos estamos muy mal vistos, si ya se nos acusa de todo y nada bueno —la inmensa mayoría de las veces de forma equivocada pero imposible de convencer lo contrario— ya solo nos faltaba eso para terminar de cagarla. 

No me entra en la cabeza y sin duda calificaría de tonto inútil a quien lo está intentando (presuntamente) que a estas alturas de la historia de España estuviéramos jugando a hacernos trampas y algo que hay que atajar de la manera más potente posible. Similar y mucho más contundente sería todavía, si lo comparamos a los modos que hay que emplear para atajar el racismo entre las masas sociales.

Nos jugamos todos la democracia, y quien piense que está asentada y que solo se trata de cambiar de políticos, se equivoca. La democracia no es algo eterno, se puede ir a la mierda si no la cuidamos y ejemplos tenemos en toda Europa. Así que bien, podemos mirar a otro lado o exigir contundencia. 

Ajovín