21.5.23

La Atención Primaria en Sanidad necesita mucho más que millones


Pedro Sánchez anunció una inversión de 580 millones para Atención Primaria de Sanidad en el mitin central del PSOE en Valencia ante unas elecciones municipales y autonómicas que se están llenando de promesas como si fuéramos monos a los que hay que darles cachitos de plátano para que se acerquen.

La Atención Primaria necesita muchos millones, más incluso de lo que promete el Presidente del Gobierno, pero no parece elegante anunciarlos una semana antes de ir a votar, sino desde hace varios años. Nunca es tarde, pero sí que parece oportuno.

Y además de millones necesita una reforma en profundidad en varios aspectos fundamentales

Hay que revisar los tipos de contratos que se hacen a los médicos y personal de enfermería y admisiones, hay que analizar con seriedad cual es el motivo por el que pocos estudiantes de medicina quieran ser médicos de familia o de AP y tal vez pensar que de algunas especialidades sobran o sobrarán médicos en un futuro cercano. 

Hay que diseñar los recambios profesionales por jubilación en el medio plazo y con suma urgencia, pues nos cuesta 10 años hacer un nuevo médico de familia, hay que planificar nuevas funciones para el personal de enfermería y de admisiones y saber motivar estas nuevas labores.

Hay que reforzar la Salud Comunitaria, dotar de nuevo personal a la AP —al menos de enfermería— en Salud Mental, y posiblemente hay que reflexionar sobre la creación de ciertos espacios de atención especializada dentro de Atención Primaria para crónicos, tercera edad, salud mental juvenil, fisioterapia, etc. labores que en muchos casos pueden realizarse desde una enfermería reforzada. 

Hay que analizar en profundidad qué horarios de servicio necesita la sociedad en la Atención Primaria y de qué manera se pueden dar facilitando la Conciliación de los profesionales, y las de los pacientes que trabajan o tienen obligaciones especiales como cuidadores u otras necesidades. 

No se debe convertir en un servicio universal los horarios en Sanidad a la carta, pero hay que facilitar en los ambulatorios fórmulas que amplíen los servicios y horarios.

No se trata solo de prometer millones para toda España, sino de analizar el papel vertebrador de la medicina rural en sus aspectos de AP. Y repensar también el papel de las Farmacias en las ciudades pero sobre todo en los municipios pequeños. 

Tienen que entrar las nuevas tecnologías en los ambulatorios de AP y rediseñar la atención telefónica o no presencial, no para abandonarla sino para redefinirla. 

Tenemos que educar mucho más en SALUD y a su vez controlar bien desde la Salud Pública para evitar problemas graves que se detecten tarde.

Y a su vez hay que redefinir el modelo de Atención Continuada de Urgencias en los ambulatorios, para dar un servicio muy necesario y que a su vez debe diseñarse para frenar el aumento constante de las Urgencias hospitalarias.

Julio Puente - Miembro del Consejo de Salud de Aragón


20.5.23

Diferencias entre animar y motivar a un grupo

No debemos confundir el dar ánimos a un grupo de personas de un equipo…, con el ejercicio de intentar motivarlos. Uno puede llevar a lo otro, pero no siempre. 

Son estados de nuestras emociones y predisposición a ser mejores, diferentes, pero que se activan de distinta forma.

Motivar viene de “tener motivos” y de creerlos y crearlos. Es muy fácil animar y mucho más complejo motivar. 

Animar es más corto en el tiempo mientras que motivar dura mucho más y es más efectivo. 

Nos pueden animar con unas simples palabras, pero para motivarnos necesitamos creer en lo que vemos, en lo que sentimos. 

Motivar es fijar objetivos y hacer partícipes a los demás. Animar es intentar sacar un rendimiento puntual mayor en un momento dado.

Quien motiva sabe que esto es complejo de lograr pues a veces tiene que tomar decisiones que no siempre se aceptan con facilidad. 


Es imposible motivar si antes no se entrega responsabilidad y libertad de actuación a quien desees motivar. 

Para motivar debes lograr que la persona motivada sea bien admitida en todos sus puestos de equipo. La jerarquía de todo el equipo debe ser muy amable y con confianza para que todos se respeten.

Una vez que las personas ya están alimentadas y tienen sus necesidades básicas cubiertas, una vez que todos nosotros hayamos cobrado lo que consideramos necesario por nuestro trabajo, sólo nos queda lograr que nos presten atención y nos respeten. 

Y además por este orden. 

Y sólo al final es cuando necesitamos además un tiempo libre para poder realizarnos y relacionarnos con toda la sociedad. Es más o menos, la célebre Pirámide de Maslow.