7.5.23

La soledad no deseada entre los jóvenes


Nunca hemos tenido más medios y herramientas para comunicarnos como los que creemos tener ahora. Y nunca nos hemos comunicado menos y peor. Los modelos de comunicación actual, no solo no nos sirven lo necesario sino que posiblemente tampoco los sepamos utilizar bien. 

La soledad no deseada entre los jóvenes y adolescentes está en sus cifras más altas desde que se estudia este problema social. No sabemos relacionarnos bien, y eso nos lleva a la soledad y a estar cada vez más solos, menos relacionados, más encerrados en nosotros mismos.

Tenemos un exceso de herramientas para creer que estamos relacionados y ninguna logra sus objetivos. Las Redes Sociales NO SIRVEN para relacionarnos entre personas, sino para vivir en espacios que son artificiales y que simulan una relación que no existe.

Necesitamos como seres vivos: tocarnos, hablarnos, escucharnos, vernos, olernos incluso. El idioma NO VERBAL es insustituible entre los animales, incluidos los humanos. No saber utilizarlo supone estar en soledad.

La soledad no deseada produce depresión, deterioro cognitivo, problemas de salud física y enfermedades, cambios negativos en el modo de vida, estrés incontrolado, y al final un aumento de fallecimientos y una mala calidad de vida. 

La soledad es aislamiento, es también baja calidad de vida, es un coste brutal en las sociedades por problemas escolares y laborales, por aumento de los problemas de salud, incomprensión por parte de casi todos, empobrecimiento, y finalmente un bienestar emocional que afecta a muchos espacios de la sociedad.

Pero si nos atenemos a los datos de los últimos estudios, vemos que la prevalencia de esa soledad no deseada se da más entre los jóvenes de 16 a 24 años, que entre los ancianos. Estos últimos subes bastante a partir de los 75 años, cuando pierden pareja y amigos por fallecimiento.

¿Y cuales son los motivos de la soledad?

Pues principalmente son sencillos. Por una parte se pierde contacto con la familia, por otra parte las personas con las que nos rodeamos no nos valoras o comprenden, no tenemos muchas compañías, tengo conflictos con la familia o las amistades, vivo solo, no tengo pareja ni hijos, tengo poco contacto físico con mis amigos o familiares

Tengo mucho trabajo y no tengo suficiente ocio, he sido acosado en la escuela o en el trabajo, estoy aislado al estar alejado de la localidad en donde nací, mi situación económica es mala y no me permite salir mucho, tengo dificultades para relacionarme con nuevas personas, tengo problemas de salud física o mental.

La soledad severa se da en personas que viven solas, pero curiosamente también y mucho (más del 50%) en personas que viven acompañadas.  Quien reconoce su soledad como un problema en el 50% de los casos cree que le está afectando y mucho y la considera severa.

La sociedad pierde en gastos médicos y farmacéuticos, pero también en costes de producción. Es pues un problema de todos, cn independencia de que también es un debilitamiento de calidad social. En estos estudios se habla de na pérdida del 1,2% del PIB de España por el problema de la soledad no deseada por estos dos motivos.

Pero además hay otro coste intangible que es el que representa las muertes prematuras o la pérdida de calidad de vida que la soledad no deseada representa. Y se habla de otro 3%.

Ajovín



Terapia sencilla para limpiar de basura nuestra cabeza

La poesía es (y sirve para) algo más que literatura, va más allá de intentar que los versos tengan las mismas sílabas, o rimen, o suenen bien. 

La poesía expresa lo que nuestros labios quieren decir, o lo que escribiríamos en una prosa, tal vez llena de enojos, o de sinsabores. 

La poesía sería literatura con música.

Sin embargo si convertimos esa tristeza, rabia o alegría en unos versos, tú lo expresas y te desahogas y quien lo lee en vez de leer un texto sobre algo de tu vida personal, está leyendo algo que no sabe si es personal o no, aunque quien lo escribe sabe lo que expresa. 

Es una forma de llegar e intentar meterse dentro de cada persona con pocas palabras, con sonidos escritos.

Es por esto que la poesía, más que la prosa —porque admite más juegos de palabras— es un buena terapia para sacar la “basura” de nuestra cabeza.

De hecho, una de las mejores terapias que existen para hacer un “reset”, es la siguiente:

Coge un papel y un bolígrafo, y escribe todo aquello que te atormente, o que te preocupe, si estás de mal humor, escribe insultos o palabras malsonantes. Léelo, escúchate, vuelve a leerlo hasta que te suene mal, intenta entender por qué lo estás diciendo.

Eso sí, cuando hayas acabado, lo rompes en trozos lo más pequeños posible y lo tiras o los quemas, pues no es cuestión de llenar los cajones de malos rollos. 

Te habrás vaciado y a la vez, habrás limpiado de malas ideas parte de tu momento actual.
 
Laura Puente