25.10.22

Ya entran en nuestros teléfono. ¿A que acojona?


Hacía décadas que Europa no estaba tan afligida,
tan preocupada, tan llena de miedos y de unas debilidades complicadas de encajar o de enmarcar en soluciones. Este inicio ya muy avanzado del siglo XXI nos ha movido las tripas al mundo entero por diversos motivos, en los que la pandemia primero y la invasión de Rusia a Ucrania después, han supuesto el golpe mas complejo de admitir.

Los miedos son la mejor herramienta bélica de los que desean vencer, cambiar, derrocar, destrozar sistemas o sociedades. Nada hay como el miedo para crear vencedores y vencidos.

Y el miedo se crece ante la desinformación. Y muchas veces la desinformación no es tener poca información, sino al contrario, tener mucha, cocinada y manipulada para obtener réditos. Y de eso saben mucho los estrategas de las guerras sin balas.

Contra el invierno o a favor de este, nada como dejar frías a las personas. Para meter miedo a los ciudadanos muy alejados a los que no se les puede llegar con pólvora, nada como cortarles el gas, la electricidad o incluso WhatsApp. 

Que creas los europeos que entran en sus teléfonos jode, acojona.

Nos hemos acostumbrado a poner a parir a los políticos, pues incluso seguimos diciendo que son unos inútiles, lo cual es incluso casi posible, pues los buenos ya se han escapado de esa profesión y no quieren saber nada de nada. 

Con la pandemia ha sucedido algo similar en España. Lo primero ha sido jubilarse anticipadamente a puñados, y los que no han podido y son flojos… han ido a intentar sumarse a las Bajas Laborales de los que con toda la razón la necesitan. Y hoy unos profesionales de Sanidad están muy cabreados con otros profesionales de Sanidad, compañeros suyos, pues los han dejado con el marrón multiplicado por dos.

Ajovín



24.10.22

Nuestro dinero son horas de vida, de trabajo. Sepamos gastar mejor

O aprendemos a defender nuestro trabajo, nuestros ingresos, nuestros ahorros mucho mejor que a base de gritar como gallos, o nos irán engañando como a niños de pecho a costa de gentes que nos roban legalmente sin decírnoslo y disimulando para que no se note. 

El papel A4 de impresora ha subido un 100% por culpa de la invasión de Ucrania (ji ji ji), nos advierten que la leche, el conejo o los corderos se acaban y se encarecen, los tomates ya no es posible comprarlos a menos de 2,5 euros el kilo los más baratos, y nos cuentan que el IPC sube y que es culpa del Gobierno que no se sabe controlar.

¿Y si aprendemos nosotros que nuestro sueldo, nuestro dinero lo obtenemos a cambio de horas de nuestra vida?

Por ejemplo podemos empezar por comprar MUCHO MENOS, por consumir más inteligentemente, mirar bien los precios, consumir marcas blancas de aquellos supermercados que ofrecen precios más bajos, a comparar precios con internet, a comprar por Amazon o otra empresa globalizada de lejanos países si es más bajo de precio. 

No se trata de un "para siempre" sino de un "vamos a frenar el consumo y los precios usureros". Si sube el tomate no compramos tomate y tomamos maíz o espinacas o lechuga. Depende de sus precios.

Hoy se puede comprar de todo por internet. Vino, cremas, sopas, televisores, libros, ropa o embutidos por poner ejemplos. 

¿Cuánto han subido los bares y restaurantes? ¿Dónde están las ofertas de tren o los precios de los billetes de Renfe de hace un año? Pues intentemos no viajar o aprendamos a viajar más cerca. El vicio es un gasto en donde todo se controla poco y lo saben.

¿Cuánto ha subido la energía, la gasolina, el gas para la calefacción? No se trata de pasar frío, sino de ser más listos. Es posible que adivinemos que el aire acondicionado inverter en modo calor consume menos que la calefacción a gas. Mirémoslo.

Es posible que compartir coche para ir a trabajar nos permita gastar menos. Incluso es posible volver andando, o recordar cuando nos llevábamos bocadillo de casa para almorzar en vez de ir al bar. 

Cada uno ya sabe de dónde puede ajustar sus gastos. 

O lo hacemos nosotros o no lo hará nadie. 

Y si hay duda, ir mirando Argentina 2022 e ir aprendiendo de ellos a soportar hasta cinco tipos de moneda diferente en el mismo país, hasta cuatro o cinco cambios distintos del dólar por los problemas de la inflación. Hasta varias formas de cobrar el sueldo según en qué tipo de empresa trabajes. ¿Es pesos, en dólares, parte desigual en cada moneda? ¿Y los ahorros, dónde los tienes si los tienen?