5.7.21

Cuando la Justicia ocupa el papel de la Política, salen monstruos


No es posible entender bien la sentencia judicial contra el cartel que puso VOX en el Metro de Madrid simplemente porque la Justicia solo entiende de Leyes, que para según qué situaciones es muy poco. Y mientras no entendamos esto, el seguir llevando a la Justicia temas políticos además de ser un error de libro es peligroso pues sienta poder y cátedra, y sobre todo da alas a los que más entienden de Justicia, a los que tienen los mejores abogados. Y los que lo saben, lo utilizan para seguir engañando y para crecer.

Para defender la democracia hay que ser mucho más "espabilados" de lo que estamos siendo. Y no quiero entrar en el tema pues tendría que criticar muchos asuntos que sería imposible que se entendieran desde la izquierda que tiene más voz en estos tiempos tan vacíos de calidad política. 

La sentencia sobre el cartel… es lógica… y menos mal que es lógica y no nos prohibe hacer carteles de este tipo, pues nos los prohibiría a todos. Y sobre todo.

VOX tiene el tamaño y la estructura perfecta (y el dinero) para ser "listo" y saber qué hay que hacer en cada momento, incluido el provocar y el lograr que los demás vayan cayendo en las trampas. Y la izquierda nos creemos que todo lo que pensamos que es bueno, es BUENO siempre y sin tamaño. Vomitamos lo que pensamos que es bueno, pero eso al final produce ardor de estómago.

En ajedrez sabemos que las torres valen más que los alfiles, que tienen más fuerza, pero eso no nos obliga a que que las saquemos enseguida y a todo atropello, creyendo que es lo correcto. 

Muchas veces NO TOCA, no es el momento mejor para tomar una decisión, hacer un tipo de declaraciones, y lo correcto es callar, esperar, engañar, ser astuto y ensañar una pieza mientras se está preparando la otra. 

Es posible que la mejor decisión sea simplemente sacar un peón que vale cinco veces menos que la torre pero dejar la distribución de las ideas buenas para cuando toca.

En sociedad es importante saber medir, dosificar, entender con qué tipo de jugador te tienes que pelear en el tablero, saber mantener la calma, y estar convencido de que el contrincante también es muy listo.

4.7.21

Leo sobre 1931 y 1936, y me entra la preocupación histórica



Estoy leyendo sobre el inicio de la Guerra Civil en España, sobre el inicio de la República con enormes ansias de gozo y libertad, de cambios y transformaciones en una España pobre y poco instruida, y de qué manera nosotros mismos, todos nosotros, supimos tirar a la basura todas las ilusiones y ganas, para convertirnos en asesinos de nuestra propia sociedad, de la España que deseaba cambiar a mejor.

No tengo ninguna de duda de que el 18 de julio se dio un Golpe de Estado contra la Ley en España, y que los militares que la apoyaron fueron unos golpistas. Pero a su vez creo que todo se veía venir, y que nuestros padres y abuelos no fueron capaces de entender que jugar con aquello iba a traer sangre y sobre todo el empobrecimiento de la sociedad española durante muchas décadas.

Creo incluso que todavía bebemos de aquellas barbaridades aunque se empeñan en decirnos que hay que olvidar o que aquello fue hace mucho tiempo. Las heridas mal cerradas siempre dejan cicatrices de mala hostia que duran excesivamente. Seguimos siendo menos europeos y más pobres que los vecinos, porque todavía lloramos a nuestros muertos sin saber dónde están, y por el empobrecimiento de una sociedad donde a los mejores y más motivados para el trabajo social los fusilaron.

Pero lo más grave entre lo que leo es una cierta comparación con los tiempos actuales. También en aquellos años se odiaba a los políticos, la intelectualidad se escondía en muchos casos pues recibía excesivas críticas en cuando abría la boca, y los que parecían mandar (entonces incluso en la calle) eran lo que no tenían una formación social suficiente, excepto los que provocaban las violencia de acción / reacción. 

Y todo aderezado con la desaforada pelea y odia hacia la religión, con el problema de Cataluña, con la enorme diferencia entre la España Rural y la España Urbana, una crisis económica mundial que nos afectaba ya entonces más que a nadie, y una pérdida de respeto hacia lo establecido.

Leo también las pocas ganas de muchos políticos de nombre para ser líderes de aquella España y como iban dejando en manos de bobos con ansias de poder el control de las decisiones. Incluso leo gestiones bien realizadas por algunos líderes de izquierdas y de derechas, que eran orilladas pues parecía que no era de recibo buscar la concordia, que lo que movía a las gentes eran las revoluciones desde el poder económico o desde la calle y la sinrazón.

Y dada mi edad, me preocupo menos, excepto por mis hijos. Pero yo ya no pienso salir a decir nada. Aunque sé que los silencios siempre son cómplices.

Nota.: En la imagen podemos ver en el año 1932 y en La Coruña a Manuel Azaña (entonces Presidente del Gobierno) con Franco.