25.6.21

La auto censura es la peor de las censuras, y la mas idiota


Debería ser habitual que con 65 años uno pudiera decir lo que le sale desde dentro con la suma de sus experiencias y cambios vitales. Pero no siempre es bien entendido pues la edad no es garantía de nada. Excepto de libertad personal para poder andar por cualquier camino, si el cuerpo te aguanta. En estos años (ya) de auto censura, poder pensar en que ya tengo libertad para poder decir lo que me viene desde dentro parece entre una tontería y una barbaridad. 

¿No lo podías hacer hasta ahora? 

¿No lo pueden hacer en libertad los que tienen menos años que tú?

Es verdad que la auto censura es un mal terrible en tiempos de una democracia que pensábamos ya asentada. Si somos 47 millones es muy posible que ante cualquier tema haya al menos media docena de opiniones distintas, que unidas y mezcladas todas ellas a las posibilidades de opinión, construyen millones de personas distintas a la hora de pensar y opinar. Y eso debería ser bueno.

Pero ahora estamos en tiempos en lo que la suma no sirve de nada. Nos gusta en exceso calificar para menospreciar o criticar, para poner etiquetas simples a lo que en realidad es muy complejo.

Si eres del Real Madrid eres un facha, aunque votes a Podemos. Y si votas a ERC pero eres del Sevilla resultas un idiota aunque tus artículos académicos tengan valor. 

Se han creado compartimentos estancos donde debes entrar con todo. Es la simplificación total.

Si eres de izquierda debe ser pobre, obrero barato, feminista, amante de los LGTBI y a ser posible vegano. Si eres religioso o simplemente entras a las iglesias a ver el arte que esconden eres facha, y si tienes piso en propiedad y un apartamento en la playa un capitalista de los que has engañado a alguien.

Eso empobrece a la sociedad, pues si somos plurales lo somos por ser distintos. Puedo tener un Audi y ser de izquierdas, como puedo ser ateo y ser de derechas. 

Puedo estar en contra del esclavismo pero comprender algunos aspectos de los vientes de alquiler. Puedo amar y respetar a las mujeres pero opinar que algunos aspectos del feminismo del siglo XXI no van por buen camino. Estoy a favor de la igualdad sin que tenga que intervenir el sexo elegido por las personas, que no por ello me gustan algunas alharacas vestidas de colorines. 

Y quiero poder opinar de todo esto sin que se me clasifique de nada. Soy quien soy por lo que he venido haciendo y sobre todo por LA SUMA de todo lo que opino y hago, por eso me jode que se nos coloque a todas las personas solo por los detalles que saben emplear para descalificar, y así intentar alimentar la auto censura.

Si Ana Rosa Quintana no se censura y lo advierte, si José María Aznar dice como Felipe González lo que piensan aunque estén en todos estos casos en línea enfrentada con la suavidad y la concordia básica… ¿por qué nos tenemos que frenar nosotros que somos un mosquito en el aire que nos envuelve?

23.6.21

¿Sirven los indultos para destensar Cataluña y España?


El problema de las relaciones de Cataluña con España viene de muy lejos, posiblemente sigan las heridas de unos años 30 del siglo XX no bien gestionados y de la suma de errores políticos por parte de muchos y poco respeto de todo hacia todos. Así que en esas tesituras es complicado encontrar soluciones que destensen las realidades. Todo lo que avance un poco en esa sensación de buscar soluciones no fáciles debe ser abrazado, por si acaso. 

Hay que trabajar mucho más en encontrar espacios de diálogo y no espacios de confrontación.

Los indultos son simplemente un paso, absurdamente negados por parte de los que tampoco tienen ninguna solución diferente, válida, aceptada por las partes. Porque aquí aunque no nos guste admitirlo hay dos partes, y eso lo podemos negar, pero no lo podemos evitar si no somos capaces de buscar soluciones.

Cataluña es España y por eso el problema es muy grave. Si no fuera España tendríamos más opciones. Todas las partes. Pero es España y eso de entrada como no es admitido por una de las partes complica cualquier atisbo de solución pues se parte de la Mayor. Pero es que Cataluña no puede dejar de ser España simplemente por que esa posibilidad, de momento, es irrealizable. Incluso sería imposible aunque el 75% de los catalanes lo quisieran. 

No se trata del tamaño de sociedad que desee una opción u otra, pues seamos sinceros, en ese caso las decisiones del llamado “Poder” simplemente serían para desgracia de muchos, todavía peores. Si se alcanzara ese 75% el problema no caminaría hacia la solución sino hacia la violencia.

¿Y por dónde pueden ir las soluciones? Pues una de las opciones es una España Federal. Dentro de una Europa más Unida y por ello con un papel de los Estados integrantes más diluido dentro de la Europa del futuro. Las distancias que nos separan el hoy de esa opción son tan tremendas que nos cuesta imaginarlas, pero no hay otra.

Tenemos que admitir que siempre hay dos sectores sociales claramente enfrentados ante las opciones, y que contra acción de una siempre surgirá la reacción de la otra, y eso sin tino ni sentido de futuro, es peligroso y no sirve de nada.

¿Servirán de algo los indultos? No del todo, no son la solución sino un paso para destensar la realidad. Son tantos los errores amontonados por todas las partes que ahora todo coses con hilo fino, con suavidad, con sonrisas, y sin pensar ni en el pasado ni casi en el presente.