26.5.21

Crece la violencia en España, pero a todos los niveles


Sé que la sensación de muchos de nosotros es que la violencia está aumentando, que saltamos del tono suave al bruto y por todo, que la que en realidad está aumentando como primera opción es la violencia sencilla, la de la calle, la de las relaciones básicas entre personas, y que a partir de ella es toda la violencia la que se ve envuelta en ese aumento. 

¿Motivos? Sin duda ninguna la actual situación de crispación alentada por varios frentes sociales mal gestionados y que no está ajena a unos confinamientos excesivos y muy trabajados y comunicados con pedagogía social.

Podría ser una violencia puntual, pues los que pisamos mucho la calle estamos viendo que junto a la violencia  extrema se dan cada vez más situaciones de violencia menor que indica ese desfase que todos estamos sufriendo en nuestras relaciones con el resto de personas. 

Tras las violencia verbal en Redes y similares que asimilamos con la Libertad de Expresión ya hay violencia verbal en supermercados, en ambulatorios o en el tráfico. ¿Más que antes? Sin duda. 

Hoy hablaba con un médico de Atención Primaria. Tremendo lo que me decía. Ayer con una Jefe de enfermería. Hoy he visto una situación absurda y surrealista en un Centro Comercial. Todo en menos de 24 horas. leo el ataque hoy a una mujer en el Parque Warner, etc. No hay medida, y esto hay que atajarlo. pero cuidado, emplear la violencia policial contra la violencia teórica de la sociedad es matar mosquitos a cañonazos. 

No es un problema puntual, sino de actitud hacia el actual momento. No se necesita más policía sino mas maestros. No hay que dar con una porra sino lograr explicar y convencer a la sociedad de que así vamos a un mal pozo.

Cuidado con algunas decisiones que estamos tomando, que son literalmente meter más leña al horno. La capacidad de equivocarnos todavía no la hemos superado entre la calidad que tenemos para no entender en qué momento, punto nos encontramos.

25.5.21

La revolución será… inevitable, por tontos


Cualquier tipo de revolución es siempre NO aceptada pues la sociedad tiene miedo a los cambios radicales. Y las revoluciones lo son. Pero la realidad es que los cambios programados, los cambios reflexionados son siempre dirigidos desde la manipulación de los que saben manejar los hilos del control, y se quedan en nada o en casi nada. Nada cambia por mucho que sonriamos o nos reunamos mil veces cien. 

Al final, uno que siempre ha abominado de todo tipo de revoluciones, reconoce que el equivocado soy yo, si se trata de que los cambien tengan algún efecto. nadie desde los asientos del poder quiere la revolución pues sabe que cualquiera de ellas, por mínima que sea, supone su pérdida de poder. Y a veces de trabajo.

Estamos ahora en todo el mundo occidental, en España también, en un proceso donde las debilidades se han asentado, donde nos hemos dado cuenta de nuestras mentiras, de nuestros errores anteriores, de los trampantojos que había para parecer una cosa distinta a la realidad que se ha derrumbado en cuanto ha entrado un pequeño bicho. 

Ha crecido la pobreza, el desempleo para los más débiles, la indignidad laboral, la deshumanización creciente, la distancia y el frío social. 

¿Tenemos solución? 

Pues en la medida en que los que NO creíamos en las revoluciones nos vamos apartando de todo, queda la revolución que harán otros, como única herramienta válida y casi inevitable. Lo curioso es que no nos queremos dar cuenta, y de que todavía creemos que los tontos como yo servimos ya pasara algo, cuando en realidad el buenismo se ha agotado y ya no quedan ni buenistas.