28.3.21

Pandemia (14) ¿Estamos entrando en la Cuarta Ola?


Es muy posible y sin saber de momento bien los motivos, que estemos ya dentro de una cuarta ola de la pandemia que es la quinta en algunas comunidades de España. Hay indicadores que nos dicen que estas subidas leves de estas dos semanas de finales de marzo 2021 de momento se van manteniendo pero no controlando, lo que hace que tengamos que estar muy atentos a no relajarnos y a no bajar la presión con las medidas que hasta ahora teníamos. 

La duda sería: ¿sirven del todo las medidas que estamos tomando durante meses para bajar la pandemia a cifras que podamos controlar? A veces da la sensación de que las medidas que tomamos no es que sean ineficaces por cortas o por desobediencia social, sino porque no van acompañadas de otras que deberían ser más eficaces y que realmente si podrían afectar a que podamos controlar mejor la pandemia. 

Hay que controlar mucho mejor a los contagiados y sus contactos sociales, hay que vacunar mas y mejor a la hora de seleccionar qué grupo de riesgo deben vacunarse, hay que incidir sobre todo en los contagios por aerosoles.

Ya hemos superado los 75.000 fallecidos declarados y debemos estar en las puertas de los 100.000 según las estadísticas de aumento de fallecidos en este periodo en relación a otros años. Sabemos ya que los aerosoles son los responsables de gran número de contagios por no decir el máximo método que emplea el virus para crecer. En este final de marzo 2021 estamos en una incidencia de unos 140 casos por 100.000 habitantes de media, pero estas cifras dicen mucho menos de lo que realmente importa. Que volvemos a subir sin haber bajado a las cifras que se estiman correctas.

Con unos 6.000 casos nuevos de media al día en la España de finales de marzo, volvemos a cifras similares a diciembre de 2020. Hemos vacunado a personas muy mayores, y ahora se trata de ver las incidencias en personas mayores de 60 años que son los nuevos indicadores peligrosos de afección. Se trata ya de ver la incidencia de la enfermedad en personas mayores de 60 a 65 años para observar cómo se está comportando el virus entre este grupo social.

Pero hay más datos que nos hacen ver un crecimiento de los contagios. Uno de ellos es el número de positivos de las pruebas PCR  o pruebas de antígenosque se hacen. El número de positividad ha subido en los últimos días. En Aragón por ejemplo que en algunos momentos de hace un par de semanas estuvimos por debajo del 5 % ya ahora a finales de marzo nos estamos acercando otra vez al 7 %. Hay pues más positivos entre las personas que se analizan. Es verdad que incluso ese 5 % que nos habíamos puesto como límite por debajo posiblemente sea muy alto y entonces el subir supone un peligro mayor.

Todo tiene que ver con la variable o variante inglesa del virus que parece ser contagiosa durante más días y por ello contagia más personas, y además parece más virulenta, más potente y por ello las defensas de los enfermos son menores y se contagia más. De momento no parece más letal ni parece que las vacunas dejen de hacer su efecto por esta variable del virus.






26.3.21

Pandemia (13) Los gráficos son duros de observar, hay que reflexionar más


No es bueno quedar atrapado por los miedos a la pandemia, pero sí dejar respetuosamente claro que esta pandemia es muy grave y que no sabemos hacia dónde se nos irá moviendo. Desde la seriedad y la sinceridad con cada uno de nosotros, debemos asumir que esto no estaba previsto y que las decisiones globales no están funcionando, pero sin alarmismos, sino con la calma de todos nosotros para no caer en las trampas de los miedos. Nada quedará igual a como era en enero del año 2020 aunque ahora pensemos que somos capaces de volver a situaciones anteriores, o que esto no es para tanto.

En el gráfico de arriba se ve la evolución mundial de los contagios desde ese febrero de 2020 a este finales de marzo de 2021. 

Quiero resaltar un punto que considero muy importante del gráfico y es esa bajada que se ha producido entre finales de enero y febrero de 2021 a nivel mundial. Y la posterior subida en la que ahora mismo estamos inmersos.

En algún momento de principios de enero 2021 superamos los 800.000 contagios al día. Y un mes después, ya con las vacunas en pleno funcionamiento lento e irregular empezamos a bajar hasta llegar algún día a poco más de 300.000 que sigue siendo una cifra muy alta pero claramente inferior.

Ayer 25 de marzo se publicaron 628.953 contagios. El día anterior habíamos tenido en todo el mundo 591.162 contagios. Cifras como vemos muy alejadas de aquellos 400.000 de media que tuvimos durante dos semanas en febrero. El virus a través de sus diferentes variables y mutaciones se nos ha vuelto más persistente, incluso con un número de personas vacunadas que no deja de crecer, sobre todo entre la población más vulnerable.

Cuando en España parecía hace dos semanas que nos podíamos relajar ligeramente con unos datos ya doblegados, empezamos a observar unas subidas tan suaves como fueron las bajas, pero que nos hacen retroceder. En Aragón por ejemplo estamos hoy igual que hace 17 días. En este periodo hemos tenido 9 días de bajadas suaves y ahora llevamos 8 de subidas suaves. 

Las medidas que tomamos no son eficaces para salir de este embrollo. Insistir en darles más potencia al tipo de medidas ya tomadas es de momento lo único que parecemos ser capaces de realizar. No sabemos encontrar nuevas formas de tomar decisiones que sirvan para alcanzar cifras de contagios similares como las propuestas como objetivo.

Pero lo que está claro es que no podemos seguir eternamente así, cerrando, abriendo, presionando, con procesos de vacunación muy lentos, etc. Incluso cabe la posibilidad desde la calma y no desde el alarmismo, que si no aceleramos los procesos de vacunación se tengan que repetir procesos en personas ya vacunadas sin que se haya completado una primera vuelta. 

El destrozo social está ya asegurado. Los problemas psicológicos serán importantes. El derrumbe de la economía está por valorar cuando salgamos que será entonces y solo entonces cuando de verdad veamos hasta dónde han llegado los derribos y los escombros.

Julio M. Puente Mateo