14.3.21

Prevenir en los largos viajes de avión el Síndrome de la Clase Turista

El Síndrome de la Clase Turista en los viajes de avión que superan las 3 ó 4 horas se basa en el riesgo de padecer trombosis venosa o embolia pulmonar en aquellos viajes de avión en los que permanecemos mucho tiempo sentados y sin movernos. Se llama "de Clase Turista" porque a las muchas horas de viaje se une el poco espacio que tenemos para movernos.

Para evitar que esto nos suceda en un viaje y se convierta en un problema de salud debemos seguir unos sencillos pasos:

 Realizar círculos con el tobillo, manteniendo la punta del pie en el suelo mientras estés sentado. Cada media hora es un buen ejercicio durante un minuto al menos

 Flexionar los pies, con el talón en el suelo y levantando la punta del pie, como complemento de los movimientos anteriores

 Subir y bajar las rodillas de forma alterna, con la espalda apoyada en el respaldo. Este es otro ejercicio que debemos hacer y además así nos entretenemos algo más en un viaje de excesivo tiempo. Por ejemplo los que hacemos para cruzar el Atlántico.

 Si es posible, realizar paseos cada una o dos horas. Por ejemplo ir al baño es un buen ejercicio simple, que permite que la circulación de la sangre se active un poco.

 Para el viaje hay que llevar ropa y calzado cómodos, que no sean muy ajustados y que sean usados de otras veces.

 Beber (mejor solo agua) con regularidad. Llevar preparado en el bolso unos caramelos por si notas una bajada de glucosa, y unos chicles si eres propenso a pequeños mareos.


¿Qué es la anorexia? ¿A qué edad empieza la anorexia?


La anorexia es una ENFERMEDAD
(para que no quede duda lo pongo en mayúsculas) que afecta más a las mujeres jóvenes que a los hombres, que empieza en la escuela y que no siempre se detecta ni se trata con el cuidado profesional que requiere. Puede empezar en la pubertad, en esa época vital que todas las personas tenemos que transitar y en las que nos empezamos a dar cuenta de que somos únicos, somos nosotros, y que necesitamos nuestro espacio, nuestra personalidad y nuestro futuro.

Las personas jóvenes, incluso las que salen de niños y niñas, se ven más feas, incluso más distorsionadas que otras personas de su edad. A veces la escuela les obliga con ataques de sus compañeros a creerse que son "diferentes" y por ello empiezan a controlar su alimentación y poco a poco se vuelve compulsiva y en una enfermedad que tiene tratamiento y que los padres debemos conocer cuanto antes.

Estos jóvenes además, sienten hambre pues el cuerpo les pide alimentos, pero ellos mismos se han propuesto no comer, lo que les lleva a una pelea interna consigo mismos que los destroza. Al final terminan odiándose pues se sienten incapaces de poder dominar su cuerpo, su crecimiento, de poderse incluso comparar con sus compañeros. Toda una seria de errores encadenados si no hay profesionales o adultos que les enseñan la realidad del crecimiento, de que cada uno de nosotros somos distintos y nos tenemos que aceptar.

Para los padres hay que advertirles que la anorexia no siempre se detecta con cuerpos super delgados, que ese sería parte del final de las personas, pero que antes la enfermedad va creciendo sin adelgazar en exceso, o incluso hay personas que tienen anorexia y no están delgadas. Es una enfermedad mental (dicho sin tenerse que asustar por la palabra enfermedad mental) pues lo grave es la NO aceptación de tu propia realidad corporal.

La belleza personal que se nos quiere vender es un drama que deberíamos gestionar como sociedad de otra manera mucho más eficaz y dura. No se es más bello por medir 1,90 o por pesar 50 kilos o por tener la cara alargada. Todo depende de muchos factores, y sin duda el más importantes es que la belleza no está en el físico que cambia y se transforma, sino en el interior de cada persona, en su forma de pensar, de actuar, de querer.

Por desgracia la Sanidad Pública en España es muy insuficiente. En estos temas mucho más. No se detectan, y si se acude al médico el tratamiento suele ser escaso, intermitente o insuficiente hasta que se convierte en un problema importante. Es fundamental que la escuela sepa detectar estos problemas y los hable con las familias, pero también que todos tomemos conciencia de que existe, que es más habitual de lo que creemos, y que todos somos responsables de que exista, por nuestra idiota forma de entender los marcos de belleza actual.