4.3.21

Literatura visual. Las ideas también entran por la vista


Llevo unos días viendo un libro curioso lleno de párrafos cortos.
No más de seis a ocho líneas cada uno. El texto comienza con una frase corta en negrita a modo de un titular ligero, y continúa con otra frase corta en itálica como subtítulo, ambas separadas por un punto y seguido, para terminar el párrafo y el texto con el mismo tipo de letra en normal. 

Y al dar el punto y aparte, vuelve a comenzar con otro párrafo. En negrita punto, seguido de itálica punto y cuerpo de texto. Eso obliga a tener que diseñar la idea de lo que se dice, pues no solo es un cambio de tipografía, sino de darle contenido diferente casi como titular y subtitular a las primeras líneas antes de llegar al cuerpo del texto. Interesante manera de crear casi poesía visual o literatura visual con textos literarios o filosóficos.

Me encanta escribir para vosotrxs, así que gracias por leerme


Me encanta meterme en barros de escritura, y sé que para nada, pues nadie lo leerá nunca. Excepto que los publique en un blog y que así los lee alguna persona tan loca como yo. Pero la escritura me tiene como atrapado levemente, como un pequeño vicio, como un desahogo para vaciarme. Y que soportan mis pocos lectores de forma estoicamente. Yo escribo para ellos, y ellos me leen para mi. Y todo sin conocernos. Amabilidad compartida.

Dicen que toda escritura tiene que tener sabor, contenido, pues el lector te entrega unos segundos y quiere algo a cambio. Así que una pequeña reflexión.

¿Hasta cuánto y cuándo somos capaces de aguantar el vivir semi confinados y con un futuro cada vez con más nubes grises?

¿Pueden servirnos para compensar los pequeños vicios personales para al menos engañarnos un poco?