14.1.21

Tomarle el pulso a la sociedad es muy sencillo. Otra cosa es qué hacer con los datos

Hay muchas formas de tomarle el pulso a la sociedad. Hay un Departamento Universitario zaragozano que sabe con tres días de anticipación de qué manera van a subir los contagios del COVID-19 analizando las búsquedas de Google en temas claves a nivel mundial. Curiosamente sucede como con los análisis de las cacas que se nos van a la depuradora, que funcionan los datos indirectos de una forma puntual y más exacta que preguntando a las personas.

Al final los sondeos de intención de voto los clavarán quien sepa analizar qué tipo de whisky compran los de derechas y los de izquierdas y mirar la facturación del Alcampo.

Así que hoy en Zaragoza la conversación de pulsación segundera es: ¿Sabes si nos van a confinar en el domicilio por el agravamiento de la pandemia? 

Lo curioso es que los bulos dicen hora, formas, hasta cuándo, a partir de cuándo?… mientras que los máximos políticos de Aragón disimulan cuando sus colegas les preguntan por los pasillos. NO pero en voz seca, como dejando un… ¡¡¡Y yo qué sé!!!

Como es lógico me han llegado consultas sobre el tema y a todos los digo lo mismo. —Ni idea tú, pero están mirando no ya el número de contagios sino la bajada del PIB que supondría confinar 15 días a la población. ¿De verdad serviría confinar a medias, cuando ya todos estamos cansados de obedecer?

Así que en plena subida estamos esperando como sobre ascuas calentitas a que nos pongan sardinas o longanizas. Las medidas actuales no sirven, porque no hemos querido obedecer cuando se nos dijo que las Navidades había que mirarlas desde lejos. Y ahora estamos jodidos y esperando como decía en otro texto, si esto es agosto o noviembre. Y eso lo veremos el próximo martes. ¿Sabremos esperar o a partir del lunes volveremos a las mazmorras?

¿Quién dijo que la vida no es entretenida para un jubilado?


Voy a ser sincero una vez más, que no es siempre. Hay días maravillosamente ocupados en responder pequeños (¿pequeños?) problemas o cuestiones. Para los jubilados como yo, que nos llamen para resolver dudas nos levanta el ánimo un huevo, aunque a veces parezca que me saturan las meninges. Siempre que alguien se acuerda de uno, se agradece y mucho. Este problema pandémico está levantando ampollas y ya detecto un cansancio que suelo repetir, pero que en realidad no sirve de nada comentarlo, pues no hay fórmulas mágicas.

Y es que a la pandemia y el confinamiento se van uniendo cada vez más, problemas laterales que surgen como los champiñones, porque necesitan espacio para salir. problemas de relaciones, cansancio con los hijos o los abuelos, dudas laborales cuando no patatas en los riñones que hay que soportar, etc. 

Tengo una empresa con serias dificultades que me pregunta y llora, otra que desde 1.000 km me dice que le analice una serie de cambios que está haciendo, una familia con serios problemas con la abuela, una persona que lleva un mes sin cobrar del ERE por pedir la baja médica, otra asociación que no sabe si iniciar una serie de nuevos trabajos o si se espera al nuevo confinamiento, y una joven con muchos años desempleada que está más que desmotivada. 

Como es de entender, todo esto lo hago de forma altruista y gratuita, pues mi trabajo actual es vivir y ver la tele, escribir, leer y estar con mi Santa que es muy santa. Y cocinar, que me encanta jugar con los picantes. Así me va luego. 

¡¡Coñe!! se me olvidada el problema más bonito que llevo entre manos, ¡¡joooder!! 

El más gratuito de todos. Unos amigos con una herencia entre manos para 14 familiares que no se hablan y que están repartidos por dos países y seis territorios, y que asciende a un millón de euros y nadie quiere mover un dedo. Ji ji ji. En serio, es tremendamente entretenido ese tema. Solo el panteón de la persona fallecida tiene unos 20 metros cuadrados. Ha pasado un año del fallecimiento y todavía no se han querido juntar las familias, algunas ni lo saben. Como hay asesor financiero y abogada entre medias —pues también hay ingresos de alquileres— el tema además de complicarse poco a poco es super entretenido. De momento solo se pagan impuestos ¡¡je je je!! Y lo curioso es que yo ya sé como terminará todo, y se lo he advertido a quien me pide opinión. Y no creo que me equivoque nada de nada. 

¿Quién dijo que la vida no es entretenida para un jubilado?