19.10.20

Una noche con Papá Noel de cartón y trapo en Benidorm


 A las 10 de la noche de cualquier día loco puede suceder que incluso Papá Noel quiera tener vida propia. Yo lo viví en Benidorm que es lugar muy dado a señoras inglesas de ginebra con algo de tónica. 

El caso es que mientras todos escuchábamos en la cafetería del hotel a una pareja bien montada tocando a Elvis, la señora de la ginebra le daba por bailar con un Papá Noel enorme de los de culo gordo, pero todo él de trapo y cartón. 

Lo había encontrado entre los aditamentos de una Navidad prematura que sale en septiembre en las tiendas de Todo a 100.

Lo curioso de la dama de la ginebra era que se mantenía mucho mejor en equilibrio mientras bailaba con el Papá Noel que cuando se disponía a sentarse sin música ni marcha. 

Cuando intentaba ir hacia su mesa es cuando se le vencía el señor de rojo hacia un lado. Y ella demostraba a todos que era más interesante observarla por si se caía con el de rojo, que escuchar a la cantante que emulaba a Elvis.

La otra curiosidad de la dama inglesa es que tarareaba todas las canciones demostrando que la ginebra no te resta memoria, si acaso equilibrio. 

Y que sus gestos risueños y amables se volvían ariscos y agrios en cuanto acababa la canción y tenía que cargar con el Noel de tela y cartón sin movimiento propio.

A la mañana siguiente no bajó a desayunar. Se perdió entre esa Navidad de septiembre llena de cartón y fieltro y el propio Papá Noel que vete a saber con qué intenciones subió a la habitación de la señora. Digo yo.

¿Hablamos con calma de los suicidios en España?


Hablar del suicidio en un blog que habla de autoayuda parece una sinrazón
, convencidos de que de algunos temas nunca hay que hablar abiertamente, pues estamos creyendo que tienen efecto contagio. Y es cierto en parte, aunque también lo es que no hay convencimiento que hablar del suicidio produzca efecto llamada, ni que tapar sea lo correcto para resolver el problema.

En España se suicidan cada día unas 10 personas, y por cada fallecimiento se calcula que hay unos 20 intentos que se logran solucionar, parar, salvar. 

Los muertos por suicidio duplican a los de accidentes de tráfico, superan en once veces a los homicidios y en ochenta a los de violencia de género.

Ante esa realidad… callarnos supone no poner todos los mecanismos para resolver los problemas. Sabemos que faltan psicólogos públicos, psiquiatras en las consultas de Sanidad, que incluso acudir a las consultas privadas parece estigmatizar.

La Salud Mental no se entiende como un problema de salud similar a muchos otros, y que en gran medida están provocados los problemas que nos llevan a estos desajustes nuestra propia manera de encarar los problemas sociales o económicos. 

Hemos trabajado mucho por resolver los accidentes laborales, de tráficos, los homicidios por violencia de todo tipo, pero en cambio esos cerca de 4.000 fallecimientos todos los años por suicidio no parecen importarnos como para plantearnos medidas, excepto el silencio.

Porque hay que añadir otro elemento de juicio. Son más de 3.600 los suicidios en España declarados y probados, pero sabemos que son muchos más lo que se intentan tapar por parte de la familia, los que no se investigan, los que simplemente se sospecha y se dejan en el cajón.


Cuidado, todos somos vulnerables ante este problema. Es muy necesario mejorar la Atención Primaria de salud para detectar a personas en riesgo y de incrementar la calidad de los servicios de Salud Mental, hoy colapsados y con escasos recursos, creando campañas que aminoren el estigma social que acompaña a la enfermedad mental.

Es fundamental crear un Plan de Formación para Sanitarios, profesionales de la enseñanza trabajadores sociales, personal de los servicios de emergencia y de los cuerpos de seguridad, y trabajadores en el ámbito de tercera edad incorporando la prevención del suicidio a los planes curriculares.