7.10.20

Centros de Convivencia de Personas Mayores cerrados. ¿Responsables?


Tendremos que ser serios y hablar de la vergonzosa prestación laboral de muchos funcionarios de variado tipo
que no quieren ejercer su trabajo por miedo al contagio. Y el Estado se lo permite. No tenemos abiertos los Centros de Convivencia de Personas Mayores, simplemente por el miedo amparado por los sindicatos de funcionarios de sus trabajadores.

Las Personas Mayores que acudían a estos Centros de Convivencia de Personas Mayores municipales se juntan en la calle, al sol, sin control de ningún tipo, simplemente para remediar la soledad, el abandono. Para hablar con sus amigos de la misma edad. 

Los contagian sus hijos en reuniones familiares, no se contagian en los Centros de Atención de la Tercera Edad pues están cerrados. Y nadie en siete meses ha sido capaz de idear un protocolo de seguridad.

Se morirán de soledad, de ansiedad, de depresión. Ya se sabe y lo dicen los psicólogos sociales. Pero al menos si se contagian, no podrán contagiar a los trabajadores del Centro de Convivencia. Aunque sí lo podrán hacer, contagiar a las personas que trabajan en los supermercados, por poner un ejemplo fácil.


Estamos tontos y nos creemos modernos. Covid-19


Mientras sumamos otro día más superando los 300.000 contagios de COVID-19 en 24 horas repartidos por todo el mundo, vemos hoy que Cataluña ha creado su propia App para saber e informar de los contactos que puedan tener COVID, ajena a la global de toda España. Es decir, si voy de viaje a Cataluña ni me informará ni les informará de mi interrelación con la enfermedad. 

Estamos tontos.

Sin duda estamos a la misma altura social que con la gripe de 1918, aunque haya pasado más de un siglo. Si entonces se multiplicó en los cuarteles y en los conventos, ahora se multiplica en las Residencias de Personas Mayores. En vez de matar soldados y monjas, mata a viejecicos que no ven a su familia. 

Y nos creemos modernos.