11.8.20

La vacuna rusa ya está llegando. Tiene rabo

Los rusos ya han sacado su vacuna contra el COVID-19 y la han llamado “Sputnik V” que es tanto como suponer que a las anteriores vacunas las habían llamado también Sputnik. No me la imagino en Europa y menos en los EEUU distribuyéndola con ese nombre tan ruso, no haría efecto de protección. 

Lo importante era ser el primero, y así además no mata, aunque no cure del todo, lo primordial era adelantarse a todos los demás. Y los rudos lo han logrado. Enseguida irán los chinos que para eso son unos hachas, y a su vez el gordito de Corea del Norte, que además no la necesita pues allí no ha entrado el virus. Imaginaros de qué forma se estará viviendo en Corea del Norte, que ni el puto virus tienen huevos de entrar.

Los famosos del país ya nos advierten que en esa vacuna va incluido el comunismo de serie en sus nano partículas, y que si te la ponen votarás a Podemos toda la vida sin remedio. Nos quedan breves y hay que elegir.

10.8.20

Enseñemos al preescolar a conocer el mundo que nos rodea

La edad de este ejercicio simple y que más bien es un juego a medias para niños pequeños no es posible indicarla, depende de cada niño entre los tres y los seis años. Es un espacio amplio que depende de la relación que el propio niño haya tenido con lo que vamos a plantear. Se aprende fácil, y no hay normas pues es un juego.

Nos lo vamos a llevar a comprar con nosotros a una tienda de alimentación, a un supermercado. Ya sé que nos lo hemos llevado muchas veces, pero en algún momento hay que decidir que debe intervenir ir y aprender de ese espacio donde tantas cosas se pueden hacer. Podemos convertir en un juego educativo el ir al supermercado.

Ellos ya nos han visto a nosotros hacer lo que ahora le vamos a plantear que él haga con nosotros. Desde indicarle que coja una botella de aceite de plástico, o un paquete de sopa, o una barra de pan, a indicarle que hay mucho tipos de pan a su alcance y que todos son diferentes.

A partir de ese momento le podemos seguir indicando los motivos de esa diferencia entre panes (por poner un ejemplo fácil), incluso las diferencias de tamaños, de peso, de precio, de tipo de cereal. 

Poco a poco y habiendo empezado por uno o dos productos, en la siguiente visita la indicaremos que sea él el que vaya a recoger la barra de pan, que recuerde dónde estaba y qué tipo de pan comprábamos. Y a su vez, podemos indicarle que nos coja otra barra de pan distinta para luego en casa probar un tipo de pan y el otro, y que sea él el que diga cuál le gusta más.

Le podemos indicar poco a poco multitud de elementos nuevos para que amplíe su vocabulario. Los tipos de recipientes en los que están los productos es uno de ellos. En bolsas, en cajas, en frascos de cristal, envueltos en papel, en botellas, etc.

Estamos logrando que trabaja CON nosotros en un ejercicio educativo que se lo estará tomando como un juego, y además le estaremos haciendo participe de lo que compramos. 

¿No le gusta el tomate al natural? Probemos a que sea él el que compre un tomate a su gusto, del color que quiera, del tamaño que quiera. Hagamos que sea "su" tomate y que lo pueda probar tras haberlo comprado.