La edad de este ejercicio simple y que más bien es un juego a medias para niños pequeños no es posible indicarla, depende de cada niño entre los tres y los seis años. Es un espacio amplio que depende de la relación que el propio niño haya tenido con lo que vamos a plantear. Se aprende fácil, y no hay normas pues es un juego.
Nos lo vamos a llevar a comprar con nosotros a una tienda de alimentación, a un supermercado. Ya sé que nos lo hemos llevado muchas veces, pero en algún momento hay que decidir que debe intervenir ir y aprender de ese espacio donde tantas cosas se pueden hacer. Podemos convertir en un juego educativo el ir al supermercado.
Ellos ya nos han visto a nosotros hacer lo que ahora le vamos a plantear que él haga con nosotros. Desde indicarle que coja una botella de aceite de plástico, o un paquete de sopa, o una barra de pan, a indicarle que hay mucho tipos de pan a su alcance y que todos son diferentes.
A partir de ese momento le podemos seguir indicando los motivos de esa diferencia entre panes (por poner un ejemplo fácil), incluso las diferencias de tamaños, de peso, de precio, de tipo de cereal.
Poco a poco y habiendo empezado por uno o dos productos, en la siguiente visita la indicaremos que sea él el que vaya a recoger la barra de pan, que recuerde dónde estaba y qué tipo de pan comprábamos. Y a su vez, podemos indicarle que nos coja otra barra de pan distinta para luego en casa probar un tipo de pan y el otro, y que sea él el que diga cuál le gusta más.
Le podemos indicar poco a poco multitud de elementos nuevos para que amplíe su vocabulario. Los tipos de recipientes en los que están los productos es uno de ellos. En bolsas, en cajas, en frascos de cristal, envueltos en papel, en botellas, etc.
Estamos logrando que trabaja CON nosotros en un ejercicio educativo que se lo estará tomando como un juego, y además le estaremos haciendo participe de lo que compramos.
¿No le gusta el tomate al natural? Probemos a que sea él el que compre un tomate a su gusto, del color que quiera, del tamaño que quiera. Hagamos que sea "su" tomate y que lo pueda probar tras haberlo comprado.
10.8.20
¿Por qué triunfan o fracasan los partidos políticos?
Un equipo de fútbol tiene su marca propia, su ideología, su historia y sus objetivos. Y deja de ser él mismo si renuncia a uno de estos cuatros objetivos. Puede cambiar de Presidente, incluso conocemos casos como el del Atlético de Madrid con auténticos payasos sin gracia en su historia, pero todo vuelve a su sentido si no se pierden por el camino los cuatro elementos que aglutinan la idea. Sí, pensaba hablar de política.
Todos sabemos qué diferencia al Español del Barça o al Sevilla del Betis. Aunque cambien los dirigentes. Incluso hemos detectado con los años que el nacionalismo tiene grados y no es igual en unas décadas que en otras… o si no, preguntarle a la Real Sociedad o al At. de Bilbao. Sin renunciar a sus marcas propias, las modulan según lo que es necesario en cada momento para sus propios intereses.
Un equipo de fútbol —¿pero no habíamos dicho que íbamos hablar de política?— triunfa o fracasa con arreglo a los resultados que obtiene en sus lances con el resto de contrincantes.
Cada vez que se enfrenta a los contrarios, puede ganar o perder. Incluso puede quedar igual, aunque eso no se lo recomiendo a nadie. Cuando no se gana, se pierde, aunque sea menos.
Al contrincante hay que respetarle, incluso llevarse muy bien por si hay que intercambiarse relaciones o jugadores, y sobre todo NO hay que crearse contrincantes fuera del resto de Equipos de Futbol.
Un equipo de fútbol está compuesto de unos dirigentes, un equipo técnico y unos jugadores. Pero cuidado, también de unos seguidores que votan, de unos medios de comunicación, de un equipo médico para las crisis, de un equipo de viejas glorias que les recuerda a los dirigentes del momento qué son y dónde están, qué deben conservar y qué NO deben perder nunca.
Encajar todo eso en un Partido Político que quiera jugar bien al fútbol es muy complicado pues existe el riesgo de olvidarse de algunas patas de la mesa o de no dar importancia debida a otras. Pero hay que advertir que si al final el Equipo pierde muchos de sus enfrentamientos, pierde incluso la financiación necesaria para intentar volver a ganar, y la culpa es de muchos, aunque parte de ellos se escondan.
Os recuerdo que aunque intentemos escondernos, la cama y la almohada nos recuerda siempre de nuestros errores. Y eso duele y mucho aunque sea en sueños.
Así que el Equipo de Fútbol, al que ya sabemos qué le conviene y de qué debe disponer, tiene que enfrentarse cada cierto tiempo contra sus otros equipos de fútbol contrincantes (nunca enemigos), y debe ganarles. Es así de simple el reglamento. Si siempre se pierde, te conviertes… en nada. Todo muy elemental.
Los jugadores que sacas en las Listas para enfrentarse con el equipo contrario deben saber jugar al fútbol, debe saber obedecer al entrenador, y deben estar muy bien entrenados para no cansarse nunca.
También todo muy elemental, más si seguimos hablando de política. Un buen equipo no debe rendirse por perder en la Primera Parte, ni por que te metan un gol de tontada. Hay que saber mantener el Equipo Unido y saber que hasta el último pelo hay tiempo.
En un Equipo de Fútbol hay que poner a jugar a una gran variedad de tipos de jugadores, no son todos iguales, cada uno cumple con su función y además es mucho mejor que puedan cumplir con otras varias funciones según como vayamos viendo al contrario.
Yo en mis empresas valoraba mucho a los jugadores de fútbol que sabían tener varias velocidades. Ni siempre hay que correr, ni siempre se debe ir a la misma velocidad. Eso depende. Y valoraba mucho a los que en un momento dado hacían de porteros, metían goles o regaban el césped. Y todo sin rechistar, pues sabían que todo era importante.
Un buen entrenador es imprescindible… pero… ¿qué es un buen entrenador? No todos los que se pueden considerar buenos entrenadores sirven para los mismos partidos políticos. Depende del tipo de jugadores, de los objetivos del equipo, de su Marca o ideología. Pero todos tienen que tener unos elementos comunes, imprescindibles.
Deben saber liderar, deben trabajar (o parecerlo) más que ninguno, deben tener respuestas para todo tipo de problemas o explicaciones sinceras cuando no los tienen, deben llevarse bien con los medios de comunicación, deben servir para crear aficionados y seguidores.
Deben parecer sinceros y capaces, honrados y profesionales. Y deben sobre todo saber FORMAR EQUIPO.
El mejor entrenador sin una buena Delantera, un Central inteligente que reparta juego a las bandas según el contrincante y una Defensa dura que no deje perder las opciones, no sirve de nada aunque sea hasta ese momento el mejor entrenador del mundo mundial.
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