2.8.20

Dos Capitalismos diferentes luchan por apoderarse del mundo

En este 2020 pandémico y estratégicamente muy interesante para el futuro del siglo XXI están funcionando únicamente dos modelos económicos, una vez que el comunismo desapareció totalmente excepto pequeños reductos sin importancia y el socialismo no ha sabido conservar ni tan siquiera las ideas. Uno es el Capitalismo de Empresarios y el otro el Capitalismo de Estado.

Ambos son capitalismos nuevos, reordenados.

Donde en el primer caso las Grandes Corporaciones se han ido adueñando de todos los sectores estratégicos incluido el dinero, las acciones y los sectores primarios, permitiendo y consintiendo la existencia de pequeñas empresas, autónomos, incluso grandes empresas que en apariencia son “libres” pero que están dominadas en sus Consejos de Administración o en el reparto de sus acciones por muy diversos órganos de presión.

Existe la gran duda aparente de saber quien manda realmente en ese Capitalismo de los Empresarios, donde todo se mezcla, donde nadie es quien parece, donde incluso se juega con países dentro de países que son simples espacios para pagar menos impuestos, para saltarse las normas fiscales o empresariales que ellos mismos se ponen y ponen a los que no pertenecen a su “Grupo” de presión.

El Capitalismo de Estado, sin ninguna duda también Capitalismo, es el que actualmente está ampliando y contagiando China hacia África sin duda y hacia algunos países de América Latina para apoderarse del sistema Capitalista de Empresarios que ya demuestra cansancio incluso estratégico. En este Sistema Capitalista los que cumplen con el papel de empresarios son los grandes Funcionarios fijos del Estado, que utilizando los mismos mecanismos del otro sistema, influyen, dominan, se apoderan de sectores estratégicos utilizando el sistema Capitalista para que funcionen libres en apariencia, como mecanismo de eficacia productiva.

Esta división entre los dos Sistemas Económicos de esta décadas son los que en la actualidad se pelean por dominar el mundo.Y cada uno está liderado por una gran potencia. Los EEUU y China. Quedan fuera, esperando, intentando entender de qué manera pueden meter el morro tanto Rusia como Europa e incluso India y los países árabes. ¿Quién dominará el mundo a partir de la salida de la pandemia? ¿Se juegan el futuro en el tableo de África y América Latina, para ver quién se posiciona mejor?

No todo el turismo en España es economía para España

Perder en España 80.000 millones de euros en el sector Turismo por culpa de la pandemia, es un drama de incalculables resultados dependiendo de qué solución se intenta buscar. 

Todo lo que no sea intentar imprimir dinero desde Europa es desastroso. Y eso siendo posible no es de momento lo deseable. Todavía. 

No es solo sumar lo que ya hemos perdido en Turismo aunque no esté contabilizado todavía, será también lo que ya no lograremos facturar en los próximos años en todos los sectores cercanos a esta actividad tan importante en España pues esta pandemia ha cambiado nuestras formas de vivir, de movernos, de soportar el miedo económico, y cualquier herida en otros sectores también afecta al ocio, a la cultura y al turismo. 

España debe seguir viviendo del Turismo, por mucho que a veces se tenga dudas sobre eso. 

En el sector Turismo entra la Vertebración de los territorios, la enorme potencia de la gastronomía de calidad, el transporte y el consumo, la cultura y el arte, la moda y el deporte. Mucho más que el simple Sol y Playa. 

Potenciar el Turismo no supone dejar de potenciar a su vez la nueva industria o la innovación y la investigación que España no parece querer liderar. 

España tiene unas condiciones fabulosas para volver a tener un Turismo único en el mundo. 

Sin duda hay que replantearse muchos escenarios del Turismo pasado, para reconstruir el Turismo del futuro. Por ejemplo el Turismo al que debemos ayudar debe ser el Turismo que está en manos de empresas e inversores españoles. Que ni es todo, ni es lo suficiente, ni está bien repartido. 

Si ayudamos a "todo" el turismo no estaremos reconstruyendo una actividad prioritaria que se nos estaba escapando de nuestras economías propias. Y estaremos "dando" ayudas a quien tiene unos objetivos empresariales lícitos pero no estratégicos para España. 

No hay mucho para repartir, así que hay que seleccionar. 

Ni todo el Turismo es igual, ni todo está en manos de empresas o ciudadanos que necesiten ayuda, ni es sencillo reconstruir sin romper jarrones. El riesgo de construir un "nuevo" Turismo dentro de esta "Nueva Normalidad" supone intervenir y seleccionar. 

Saber incidir de forma inteligente en las reformas que son muchas y muy necesarias, no pensando en el 2021 sino en el 2030 como poco.