17.4.20

Escribir es una maravillosa terapia gratuita

Es tiempo de escribir, de sacar las ideas del cajón de la cabeza y mostrártelas a ti mismo, envueltas en letras y papel. Bueno, seamos sinceros, lo de menos es el papel, ahora se estila escribir en digital y luego ya iremos viendo. El confinamiento nos ha brindado tiempos muertos, que se pueden utilizar de muchas y variadas maneras. Lo importante sería que algunas de ellas se nos quedaran más tiempo, aunque te voy a decir un secreto que tú… que ya sabes. Esto va a durar varios meses más, posiblemente no tan duro como ahora.

Escribir está bien, pero no aspires a nada más antes de ponerte a escribir. Escribir porque te gusta escribir, por pensar y modelar situaciones, paisajes, escenas, personajes, ideas. Escribir es un complemento maravilloso a leer. Y al revés. Si te gusta una cosa lo normal es que te guste la otra. Se complementan.

Y no intentes escribir para premios, e incluso tampoco para publicar, aunque nunca ha sido tan sencillo publicar… o mejor dicho autopublicar, como en estos tiempos en que en digital te pueden hacer libros con tu pdf por poco dinero. Eso sí, maquetado ya, pero todos tenemos amigos que nos pueden ayudar en esa tarea.

Un Diario sirve, ahora están de moda otra vez, pero intenta que sea un Diario distinto a un día tras otro día, revisa ideas de otros, lee algunos ejemplos, adapta a tu forma de entender el día a día la escritura diaria de pensamientos o reseñas, o recopilaciones, o fotografías con textos. Las posibilidades son muchas más de las que te imaginas ahora, simplemente busca y rebusca, copia sin copiar y lee. Y eso si… escribe. Es incluso una excelente terapia.

Los bulos solo se evitan con verdad de la buena

Son y serán decenas los cambios necesarios en nuestra sociedad para salir de este problema derivado de la pandemia y para construir una sociedad capaz de saber defenderse mucho mejor. Pero quiero antes de nada advertir a los que nos adjetivan despectivamente a los que opinamos del Coronavirus: “Entrenadores del lunes” con una realidad triste, dolorosa y fácil para responder a los que les gustaría controlar todo tipo de información.

Ellos, los que quieren que no se opine y trabajar decidiendo desde distintas opciones gubernamentales o de gestión, ellos: fueron LOS PRIMEROS entrenadores del lunes, pues ni vieron venir la gravedad del momento, ni supieron tomar decisiones antes de jugar el partido social del drama que empezó como una enfermedad y de momento ya es una gran crisis de la sociedad. Se tomaron decisiones parciales, lentas, tarde, y sin material de defensa sanitaria.

Es tiempos —al menos en España, pero también en todo el mundo— de muchos cambios, hay que ir preparándose con urgencia pero con dedicación e inteligencia social

No es asumible lo que ha sucedido en las Residencias de ancianos. Tampoco es asumible los distintos criterios de pollo sin cabeza en asuntos tan fáciles y peligrosos como el número de fallecidos, la falta de material de defensa sanitaria, o sobre la Educación en todas sus edades.

No será asumible continuar con el elevadísimo número de denuncias por saltarse el Estado de Alarma que no siempre se ajustan a Derecho, como tampoco lo tendrá para el futuro unos planteamientos de confinamiento como los actuales, para los que hay que elaborar un Libro Blanco claramente complejo pero distinto.

Y sobre todo debemos recuperar la credibilidad de España entre los españoles y ante el mundo. Se ha jugado excesivamente con lo números, con las declaraciones, con los bulos y mentiras, pero desde múltiples ópticas, que son inasumibles en periodos de Paz y en el siglo XXI donde es muy complejo mentir sin que se detecte. Y mentir no es solo decir lo contrario a la verdad, también es manipular la verdad, callar algunas verdades, creer que la sociedad es un conjunto de personas infantiles.

La única manera de evitar BULOS es simplemente hacer creíble al que transmite la verdad.