No, no, yo no quiero meteros miedo, no, no. Es una octavilla de los años 30 del viejo siglo y os la dejo para que la conozcáis, como un detalle histórico, el idioma de aquellos años. Nada más.
Eran papelitos que intentaban ser como las actuales Fake New que han logrado que al diputado de Teruel Existe le tengan que poner escolta para preservar su seguridad en el año 2020. Simplemente por votar en el Congreso con arreglo a lo que piensa y en la libertad de ejercer su propio trabajo.
Cuando a los ciudadanos nos tratan como a tontos incapaces de pensar por nosotros mismos, cuando alguien cree que el miedo es la mejor herramienta para vencer razones… es que algo están haciendo los violentos contra lo que hay que rebelarse con tranquilidad. Pero con contundencia defensiva.
8.1.20
7.1.20
Una mujer, porque simplemente… ¡¡Sí, se puede!!
En el día en el que Pedro Sánchez por fin ha logrado ser nombrado Presidente del Gobierno tras ganar unas elecciones y Pablo Iglesias tiene la oportunidad de trasladar al mismo Gobierno desde su Vicepresidencias los espíritus hoy algo nebulosos del 15-M es bueno recordar también a las bastantes mujeres que han estado trabajando duro por este momento desde muy diversas ópticas y lugares.
Empieza una nueva España como suele suceder en los tiempos históricos donde algo de lo que se produce cambia los puntos de vista y las estrategias de todos. No es necesario a veces que este suceso sea tremendo o complejo, puede ser simplemente como en este caso el cambio de una Presidencia de Gobierno. Pero no es una más, como no la fue la de Felipe González en 1982 o la de Adolfo Suárez en 1976. Supone un cambio de marco mental que influirá en la historia de España.
La asturiana Adriana Lastra ha configurado desde la complejidad de su labor esa figura de mujer luchadora socialista y contundente, que ha marcado espacios de diálogo pero a su vez de negociación compleja y con esa necesidad de ser dura mientras sabía que mantener las esencias de la izquierda para España era el único camino posible. El trabajo que ahora queda por hacer es inmenso, tremendamente complejo y de camino largo y lento. Pero hay que intentarlo, simplemente porque… ¡¡Sí, se puede!!
Empieza una nueva España como suele suceder en los tiempos históricos donde algo de lo que se produce cambia los puntos de vista y las estrategias de todos. No es necesario a veces que este suceso sea tremendo o complejo, puede ser simplemente como en este caso el cambio de una Presidencia de Gobierno. Pero no es una más, como no la fue la de Felipe González en 1982 o la de Adolfo Suárez en 1976. Supone un cambio de marco mental que influirá en la historia de España.
La asturiana Adriana Lastra ha configurado desde la complejidad de su labor esa figura de mujer luchadora socialista y contundente, que ha marcado espacios de diálogo pero a su vez de negociación compleja y con esa necesidad de ser dura mientras sabía que mantener las esencias de la izquierda para España era el único camino posible. El trabajo que ahora queda por hacer es inmenso, tremendamente complejo y de camino largo y lento. Pero hay que intentarlo, simplemente porque… ¡¡Sí, se puede!!
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