13.12.19

Independencia del Reino Unido de Europa. Cuidado

En la última década hemos visto cómo se hundían todas las ideas que se habían escrito en libros sesudos sobre marketing político. Ya no prima el líder joven y guapo, el listo de la clase o el que habla con discursos preparados y con ideas construidas. Ahora tanto Trump como Boris Johnson han demostrado que se puede ser simple e incluso zafio en los discursos y ganar por goleada. Hay que replantearse todo lo visto hasta ahora.

Incluso yo recomendaría a la izquierda en general que ya no se volviera a presentar a las Elecciones de ningún tipo hasta que lo pidan por favor y a gritos toda la sociedad, pero todo toda, no la que nos creemos cercana, sino toda. Y a gritos.

Los Neoliberales o los Neoconservadores o la derecha extrema o las formas rancias es lo que prima ahora y hay que admitirlo. Eso sí, asumiendo que la culpa es de los que perdemos por lo tontos que hemos sido.

En el caso de Reino Unido por jugar al guiñote cuando la partida era al dominó. Los británicos no votaban otra cosa que una segunda vuelta sobre el Brexit y a eso hay que jugar empleando herramientas distintas a presentar proyectos novedosos y sin explicarlos bien, pues lo contrario era enfrentar a un aprendiz de humorista contra un profesor al que casi nadie entiende. Y la gente entre un payaso que les dice que ya está harto de que no le dejen contar chistes y un señor serio que nadie entiende bien lo que dice, elige lo fácil.

Pero visto lo visto en Reino Unido queda una pregunta en el aire. ¿Se van de Europa los ingleses? Sí, sí, lo sé. Se rompe la Unión de un gran país llamado europa. Y eso con los flecos de Escocia e Irlanda, seguro que será utilizado por Cataluña. No es lo mismo pero tampoco es tan diferente. Es simplemente salir o entrar tras un referéndum o un derecho de auto determinar dónde se quiere estar o dónde no se quiere estar.

Europa ha salido perdiendo, los EEUU han salido ganando, y mientras tanto nosotros, como siempre, en funciones. No sabemos en funciones de qué.

12.12.19

¿Hacia dónde vamos empujando el futuro de las sociedades europeas?

La desigualdad económica es la causa clara de los conflictos sociales y eso sabiéndolo desde hace algunos siglos, es en estas dos últimas décadas cuando parece que hemos tomado conciencia de que interesa evitar conflictos debidos a esa desigualdad extrema. Lo que todavía no tenemos claro es en diagnosticar en qué punto de la desigualdad esta se convierte en extrema y por ello en tremendamente conflictiva.

Hoy y en democracia, las sociedades desiguales en su economía vital optan por votar y elegir opciones extremas, sean del color que sean. Ya no existe comunismo ni socialismo real, no hay alternativa de clase que den aliento a soluciones. 


Ahora por eso hay opciones extremas como pueden ser el Brexit (salida de donde se está) y opciones homófobas, xenófobas, radicales, etc. sin una ideología clara. Simplemente quieren estar “en contra”.

Los ricos hoy son más ricos, pero sobre todo sabemos que son más cantidad de ricos. Y los contamos o nos los cuentan y sabemos que son más. El cambio en estos tiempos es —sobre todo— que lo sabemos.

Hay más pobres y además los vemos en la calle, en el desempleo, en los medios. Ya la desigualdad ha dejado de estar escondida y por ello ante la posible duda de que nos puede pasar a nosotros, le está pasando a conocidos nuestros, a nuestros vecinos, la sociedad se rebela con (de momento) la única herramienta de que dispone. El voto y su queja árida y violenta donde pueda cada grupo social.

Los países pobres tienen deudas públicas tremendas muchas veces provocadas por juegos económicos de laboratorio, ajenas a la realidad y a las personas. Y esas deudas son con los países ricos. Nunca un país pobre tiene grandes deudas con países pobres o medianos.

Y si hay duda preguntar en Argentina o en toda América latina. O simplemente a los países del Sur de Europa o del Norte de África. Esas deudas públicas nunca se pueden pagar, nunca se condonan, y van generando intereses de demora imposibles de soportar incluso con recortes sociales. ¿Qué nos imaginamos que sucederá?

Simplemente unos países tienen sujetos a otros países por donde duele. A países y sobre todo a sociedades, a millones de personas.
Lo tremendo es que esas deudas las pagan las personas pobres, los que tienen la obligación de pagar unos impuestos muy bien tasado y soportar los recortes de servicios sin poderse rebelar. Los ricos saben salirse del impuesto pagando asesores y pueden tener los servicios públicos que necesitan, dejan de pagar impuestos como Sociedades, Patrimonio o Sucesiones. ¿Un pobre tiene que pagar alguna vez impuestos de Sociedades, Patrimonio o Sucesiones?

¿Le interesa a un pobre que quiten los impuestos de Sociedades, Patrimonio o Sucesiones? ¿Y tú… eres pobre o rico? Es que no hay término medio.