9.12.19

Las personas mayores nos caemos. Y hay que admitirlo y evitarlo

Las personas mayores nos caemos. Nos caemos más de lo que se considera normal quiero decir, nos caemos sin tenernos que caer, de sopetón, tropezando o por falta de ese equilibrio tan simple que antes teníamos. 

Y las caídas que para alguien joven son una tontada, para las personas mayores son una putada. 

Alguien joven cuando se cae suele levantarse y soplarse algo el polvo recogido del suelo. Cuando ya somos mayores el golpe suele ir acompañado de un fuerte y asqueroso ruido, luego vienen los dolores, antes la sensación de que levantarse no ha sido sencillo y a veces un cierto miedo. 

Las caídas en las personas mayores recién estrenadas no son importantes pero cuando ya llevas unos años de “mayor” suelen ser arriesgadas y en muchos casos incluso peligrosas. 

Así que hay que evitarlas a costa de saber andar con calma y seguridad, de llevar calzado cómodo y que sujete, y de utilizar bastón si así lo manda la lógica. Los bastones pueden ser de madera o de piel humana. Yo recomiendo estos últimos.

Las personas mayores tras caernos la primera vez tenemos la sensación de que ya nunca más lograremos evitar el caernos. Y eso nos convierte en más miedicas, en timoratas, y siendo cierto que es complicado evitar caerse, hay que hablarlo con el médico de familia para recoger consejos y tal vez hacer algo más de ejercicio de equilibrio.

Podemos caernos por un leve mareo, por falta de equilibrio, por algún fallo en la visión y no detectar fallos en el suelo, por resbalones que antes no eran peligrosos, por falta de fuerza muscular en los tobillos o los pies, o algún pequeño problema cardíaco, por no prestar la debida atención y ser más lentos de reflejos. 

Y donde más nos caemos es en situaciones nuevas, ciudades o calles no muy visitadas por nosotros, zonas con agua o humedad, suelos irregulares, bajadas de aceras o parterres de árboles en malas condiciones, alfombras dobladas, mala iluminación, objetos por el suelo sobre todo cables o cuerdas. También al subir o bajas escaleras, al levantarse o acostarse en la cama por no ver bien el inicio de la cama, por tener prisa ante algo, y en los últimos tiempos por atender al teléfono móvil en casa o en la calle.

8.12.19

Peridis y sus políticos de fina línea en 1980

Esta viñeta del genial artista cántabro Peridis es del año 1980. Con su fino trazo dibujaba caricaturas en movimiento de los personajes políticos de aquellos años interactuando unos con otros para el diario El País y en revistas de opinión de la época, mostrando la importancia de cada uno de ellos y sus acciones surrealistas. Todo tenia al menos una doble intención, a veces fácil de entender, otras con mas complicación.