25.10.19

Intelectuales necesarios para el siglo XXI

Los intelectuales actuales, en este Siglo XXI ya no deberían ser sólo las personas que conocen las cosas y hablan de ellas, hoy el intelectual debe ser la persona que da forma a los pensamientos de su propia generación para que los entiendan todas las personas en un multinivel incluso participativo. Un intelectual es un sintetizador, un publicista, un comunicador de ideas complejas convertidas en ideas asumibles y posibles, sin que pierdan estas ideas y pensamientos su eficacia y su sentido de oportunidad. 

Y un intelectual tiene que ser también una persona que se implique, que se quiera imponer con sus razones, que expanda sus pensamientos hacia todos como lluvia fina. En tiempos donde sobras palabras gruesas y rápidas, sin recapacitación ni reflexión, es necesaria la calma y la lentitud sosegada a la hora de expandir la voz y las ideas.

Hay que ampliar la capacidad pedagógica de los mensajes de la intelectualidad reconocida, para impedir que la posible manipulación social que está imperando con tanta facilidad siga calando como lluvia fina, por falta de las defensas básicas de los que recibimos los “item” manipuladores.

Una mentira dicha mil veces ya sabemos que no se convertía antes en una verdad. Pero eso ha cambiado totalmente en estos tiempos, y ahora la cantidad de mensajes si cala profundamente, y la falta de mensajes reflexionados y lógicos no logra contrarrestar las manipulaciones. Es muy complicado lograr una lectura de temas sociales pues se buscan titulares, frases cortas, explicaciones muy banales, actividad defensora de ideas simples, buscando siempre el mínimo esfuerzo.

Pero debemos trabajar mucho más todo lo contrario para buscar la excelencia y crecimiento personal, que sirva para salir de las pobrezas mentales, que son las que ayudan a salir de las pobrezas económicas.

TENER CURIOSIDAD, DUDAS, SALIR DEL CONFORT, ENFRENTARSE AL RIESGO

CAER EN CONTRADICCIONES MIENTRAS SE DUDA, COMO ALGO MUY POSITIVO

COMUNICACIÓN INTERCULTURAL ENTRE VARIAS PERSONAS

COMUNICACIÓN SOBRE PROYECTOS AFINES O DIFERENTES

INTERCAMBIO CULTURAL, REFLEXIÓN, REINTERPRETACIÓN

INTENCIONALIDAD EN LA COLABORACIÓN DE IDENTIDADES INTRACULTURALES

NO TENER NUNCA MIEDO AL FRACASO NI A LAS PUERTAS CERRADAS


Talento, Formación y Suerte. ¿Cómo se logran?

El americano John Brockman, uno de los más firmes defensores de “las tres culturas” dentro de la cultura general o global, firme defensor de lo que se denomina “La Tercera Cultura” como creación moderna hacia donde hay que redirigir todos los temas culturales, respondió a la pregunta: ¿Dónde radica el éxito personal?… diciendo:

Se necesita TALENTO, FORMACIÓN y SUERTE

Y cuando se le insistió sobre lo que se necesitaba para tener MUCHO éxito, añadió:

Se necesita un poco MÁS de TALENTO, BASTANTE MÁS FORMACIÓN y un CÚMULO DE SUERTE.

Nacemos con una cantidad de talento innato que viene determinado y podemos hacer crecer… o disminuir. No estamos programados para ser listos o tontos, sino para avanzar y crecer dentro de esa tontuna o de esa capacidad para ver la hierba crecer.

La formación la tenemos para cogerla… o no. Depende de nosotros. En el mundo occidental la formación es “casi” sencilla de alcanzar subiendo con esfuerzo. Y para ello nuestro propio trabajo desde los años escolares es fundamental.

La suerte nos tiene que pillar trabajando y lo más importante para tenerla es saber detectarla. La suerte no tiene color ni forma, no es posible explicarla. Todos tenemos golpes de suerte pero no todas la detectamos y la pillamos para nuestro regazo. 

Tan importante es tener suerte como saber detectarla y lograr atraparla. La conciencia de saber qué es suerte es fundamental, pues la suerte nunca viene vestida de suerte, para que la sepamos detectar enseguida. 

Hay que saber qué podemos convertir en suerte, de todo lo que nos va aconteciendo por la vida. Mucho más que suerte, yo lo llamaría OPORTUNIDADES.