13.7.19

Cursillistas de Cristiandad. De Colores

El movimiento de los Cursillistas de Cristiandad tuvo su fuerza más amplia en los años 60 y 70 del siglo XX aunque en este 2019 todavía existen con algunos cambios. Si en un principio eran claramente católicos, ahora siéndolo sin duda, ya hablan más de cristianismo, confundiendo ambos términos para llevarse a sus terrenos ideológicos conceptos muy amplios. Se puede ser cristiano y no ser católico, como todos sabemos.

En noviembre de 1972 se celebró en Zaragoza el 25 Cursillo de Cristiandad para Mujeres, con la asistencia según se puede leer de unas 3.000 mujeres que habían venido del noreste de España. Para los que no conozcan bien este movimiento católico, era llamado también Los de Colores, por su bandera con los 7 colores de Arco Iris. Y su forma de entender la religión laica era muy diferente a la que conocemos hoy. En ella se trabajaba mucho más la alegría, la convivencia, los cánticos alegres y juveniles, el trabajo con niños, la espiritualidad y la relación con la muerte mucho más religiosa.

En la actualidad hay algunas religiones minoritarias dentro de la iglesia cristiana pero no católica que siguen estas líneas de trabajo espiritual y comunal.

Gobierno de Coalición, de pacto, de diálogo, de negociación

Se habla ya de primar con 50 escaños a la formación política que más votos obtenga en las Elecciones Generales, con la idea de tener más fácil el poder gobernar en solitario. Algo que ya se hace por ejemplo en Grecia y que hemos visto esta pasada semana. Es un mecanismo desvirtuador de los resultados, pues entrega un número muy alto de escaños a un partido minoritario para que pueda gobernar, pero que seguiría siendo la voluntad de un número no suficiente de votantes, de ciudadanos.

Lo realmente democrático y defendible es que cada ciudadano tuviera un voto con la misma calidad y poder ante las elecciones de un Congreso de Diputados que nos representa a todos. No es lógico la enorme diferencia de valor entre un voto de Huesca y uno de Sevilla. Sobre todo porque en el Congreso no se representa a los territorios sino a los ciudadanos de España, a todos por igual.

Hecha esta salvedad y para facilitar los gobiernos, el camino lógico sería el que se emprende en muchos otros países, y es el de Gobiernos de Coalición. Si en España no sabemos, tenemos que aprender. Claro que en un Gobierno de Coalición hay distintas sensibilidades, diferentes puntos de vista muy distintos incluso, pero también hay pluralidad que representa mejor a la propia sociedad.

No entiendo bien porque un Gobierno Monocolor se considera más democrático y válido, o incluso útil, que un Gobierno que nace y se mantiene desde el diálogo, la negociación, el pacto y el entendimiento. 

Por una parte queremos rebajar la tensión social del enfrentamiento y el insulto, y por otra parte nuestros propios dirigentes quieren hacer trampas primando al que siendo minoritario obtiene algo más de representación.