28.6.19

Resolver conflictos en RRHH no es sencillo. Pero es necesario

A veces nos toca resolver conflictos en nuestro trabajo como responsables de equipos o de RRHH. Nunca es sencillo, y además siempre es peligroso. Si cuando se intenta mediar no se logra un éxito, una solución, lo que sucede es que todo va a peor. Así que la obligación de resolver cuando se media es imprescindible y casi obligatoria.

Para empezar a resolver un conflicto entre personas hay algo fundamental, básico, obligado. “HAY QUE HABLAR”. 

Hablar personalmente, dando la cara, mirando a los ojos, con calma y sentados. Hay que hacerse responsable del problema y hacer responsable del mismo a las partes implicadas. Con calma, sin acusaciones, con responsabilidad.

UN problema entre personas NUNCA se evita ni se resuelve dejando que sea el tiempo el que actúe. Podemos pensar que sí, pero es falso, a lo sumo se aparca, se orilla un tiempo. Pero siempre necesita un tratamiento, como poco una mediación y siempre un cara a cara.

Hay que escuchar a todas las partes. A TODAS. Pero no por educación o para disimular. Es imprescindible para encontrar una solución, saber TODO lo sucedido, aunque de entrada sea muy sencilla separar el polvo de la paja, o saber quién tiene más o menos razones. Escuchemos a todos, y escuchemos todo.

Nunca lograremos que todas las partes entiendan todo de todas las demás partes. A lo sumo podemos lograr que las partes entiendan parte de lo que dicen las otras partes. No es un trabalenguas, aunque lo parezca. Es un signo de que a veces los problemas parecen irresolubles, y hay que ir tirando del hilo hasta desatascarlos.

Los problemas, el mismo problema, lo verá cada parte de una forma diferente. Y además siempre para su beneficio, para sus razones. El trabajo de solución se basa en plantear las opciones de futuro a que nos lleva el conflicto si no se logra resolver. 

No se trata de lograr que aquello no haya sucedido, es imposible, se trata de convivir con el problema y de esa manera sí que lograremos que el tiempo actúe a favor de la solución. Hay que plantear lo positivo para cada parte de resolver el problema. Lo que cada uno gana si aquello logramos desactivarlo. Y lo que se pierde en el conjunto superior si seguimos atados al conflicto. Por cierto: ¡¡Suerte!!

27.6.19

Librería en Liubliana, elemento urbano de calidad y paz

El urbanismo útil se compone de muchos servicios, de la suma de muchas ayudas a la sociedad para convertir unos edificios de piedras o ladrillos, unos suelos de asfaltos ásperos en una ciudad lo más humana posible. En realidad el urbanismo simplemente trabaja por lograr ciudades más útiles, más personales, con más calidad de vida. O al menos para eso debería trabajar.

Planificar y ordenar las ciudades es urbanismo, pero no siempre se logra desde la iniciativa pública. Y aquí es donde hay que trabajar más, en apoyar buenas ideas para que la iniciativa privada ponga su gran granito de arena hasta convertir a las ciudades donde toca con su varita, en ciudades más humanas. Es decir, estoy reconociendo que la iniciativa privada puede ser muy buena o incluso muy mala. Y en ese diferenciación es donde también tiene que actuar la iniciativa pública.

Estas dos imágenes son de una librería infantil de la ciudad eslovena de Liubliana. Justo al lado de la estación baja del funicular que sube al castillo. Un local que aúna varios conceptos sencillos pero muy eficaces. Decoración, variedad de sus elementos y sobre todo amabilidad de las personas que la atienden. 

Podría ser cualquier otra ciudad del mundo, está aquí como ejemplo multicultural de lo que es un servicio privado que creado con buen gusto ayuda a que la ciudad sea más amable.

La estación del funicular es muy hermosa, y aunque está en un rincón amplio resulta muy escondido formando un túnel de una treintena de metros como poco donde la librería de la imagen ofrece un punto de color y de uso. 

Su presencia evita (en cualquier punto del Planeta) la violencia idiota contra los mobiliarios urbanos, no en Eslovenia que es un país muy seguro, sino en muchas otras ciudades donde es necesario crear este tipo de “puntos de uso” para evitar la teoría de los cristales rotos. Que existan esos locales privados resuelve problemas públicos de uso y convivencia.