25.5.19

Europa es muy importante y nos lo deben enseñar para creerla

Estamos ya trabajando y conviviendo en una España donde hay muchos trabajadores que son pobres. Personas, españoles, que siendo trabajadores con su puesto de producción posiblemente lleno de indignidades laborales, además son pobres por no tener suficiente con sus ingresos para una vida digna. Y eso no sucedía en España hace una o dos décadas. 

Eso no sucede en la misma proporción en Europa, donde quien tiene trabajo NO ES pobre. 

En España quien tuviera un puesto de trabajo “normal” durante más de 35 años (desde los años 80 del siglo XX) ha sido una persona que NO ERA pobre, aunque no saliera de pertenecer a la Clase Trabajadora. Hoy esto ha bajado de escala y en excesivos casos han entrado a la pobreza y no por sus deudas, sino por sus bajos ingresos, fruto muy posiblemente del cambio de empresa por la crisis o por despidos. El desempleo a ciertas edades logra que no se puede uno reincorporar al mundo laboral en condiciones dignas.

La izquierda política no supo hacerse respetar en el año 2008 y aceptó una salida de la crisis que nos ha llevado al punto actual con claro aumento de las diferencias sociales. 

¿Había otra manera de salir de la crisis en Europa? Sí, sin duda. Hay varias escuelas (maneras) económicas y muy diversas formas de encarar los problemas que tuvo el mundo en esta década que no parece terminar nunca.

De aquellos lodos tenemos hoy un Reino Unido que se sale de Europa, un Sur y un Este de Europa que se han ido llenado de extremismos, de dudas y de pobrezas, y una construcción de la nueva Europa que en vez de avanzar, se atasca e incluso se llena de dudas. 

Hoy hay menos europeos que creen en Europa, pues no hemos sabido explicar qué es y para qué sirve, y mucho menos hemos sabido abrir las fronteras mentales de Europa.

La propia izquierda ha tenido serias dudas mentales sobre la conveniencia de creer en Europa, sin darse cuenta de que sin la Unión Europea no hay futuro fácil, ni para los países pobres, ni para aquellos que se consideran ricos y que serán respetados en el comercio internacional mientras estén amparados por una globalización europea que otorgue peso y contrapeso.

El futuro de la Unión Europea pasa por varias decisiones complicadísimas, casi imposibles, y que además son urgentes. 

Todas las soluciones pasan por una posición común en temas claves de la economía mundial, a la creación de una Europa política y social, una Europa cultural y viajera, una Europa más igual, pero NO más amplia

Y una Europa más segura y más contundente contra las violencias que nos vienen de fuera. Y no me refiero al terrorismo que también, sino a las guerras artificiales y estratégicas para buscar posicionamientos de control espacial y económico.

Europa debería de impedir la manipulación política de “Los Grandes” y ser capaz de tomar sus propias decisiones desde una vuelta a su juventud activa como territorio renacido.

Mis patatas, la vida social y las relaciones útiles

Son mis patatas, la cosecha de una pequeña mata que tuve que arrancar antes de tiempo por culpa de otro vegetal. La esencia de la vida escondida debajo de lo que siempre vemos y que va creciendo y haciendo su trabajo que es multiplicarse, sin que nadie lo vea. Una vez arrancadas, ya no siguen creciendo ni hay posibilidad de que se conserven entre la tierra.

Lo curioso hubiera sido demostrar los finos hilos que las unen a la mata principal y con los que se comunican con la vida y la relación, las que confieren utilidad a la mata y a la patata. 

Sin esos hilos nada existiría, pero esos sistemas de comunicación no sirven para nada más, no son hermosos ni los conocemos, no parecen fuertes ni potentes y sabemos que existen porque funcionan. 

No sé bien si me ha explicado con claridad. Creo que no.

Todo en la vida son pequeños hilos de trasferencia de relaciones. Parecen no existir, no se les da su importancia debida, creemos incluso que es algo etéreo e informal imposible además de explicar, pero sin esos hilos finos y muchas veces indetectables nada podría existir y crecer. 

Cosas de la vida. Incluso cosas de la vida social.