16.5.19

Invertir en Acción Social es evitar gastos en seguridad y sanidad

Ayer la pareja de Canarias a la que se les quitó la custodia de su octavo hijo de mes y medio por presunta desatención, creó durante 7 horas una tensión subidos a lo alto de un edificio ocupado, amenazando con prenderse fuego con gasolina si no se les entregaba su hijo al que habían llevado a vacunar a un ambulatorio. Sin duda estamos ante el caso por desgracia abundante, de parejas con hijos sin los suficientes recursos de todo tipo para poderlos atender como se merecen los niños. Cada día hay más y cada día hay menos recursos para resolver sus situaciones personales.

Por cada euro que no utilizamos en Acción Social es un euro multiplicado por varios más que tenemos que utilizar en hospitales o cárceles, en seguridad o en miedo. La Acción Social además de una inversión en humanidad es una inversión en egoísmo y no nos lo saben explicar. No hay mejor y más barata manera de resolver problemas de seguridad, de funcionamiento social lógico y humano, que invertir en una Acción Social de base y en unas leyes que protejan a las personas.

Y no hay nada mejor para unos niños, para unos hijos, que vivir con sus padres, y no en Centros de Acogida. Si hubiera suficientes familias voluntarias para poderlos tener en régimen familiar podríamos dudar, pero si hay que elegir entre Centro de Internamiento de cualquier tipo y las propias familias, sin duda estas últimas es mucho mejor. Pero efectivamente, con un seguimiento muy cercano de sus soluciones, sus problemas, sus ayudas, su formación vital y humana.

Retirar las custodias a los hijos porque sus padres viven de la chatarra, en pisos okupados, sin una atención presuntamente suficiente, con la droga o el alcohol cerca, es un cinismo que nos deberíamos mirar. Si los padres toman alcohol, fuman o se drogan pero tienen un nivel económico suficiente nos parece bueno. Aunque tengas deudas y nada sea suyo, haya violencia doméstica de muy variado tipo, no estén los padres con los hijos las horas mínimas de atención de unos padres, etc.

¿Estos padres no deben tener la custodia de sus hijos, cuando su nivel de vida es muy similar al que tenían la mayoría de españoles en los años 40 y 50? ¿Y qué hacemos todos los demás, que lo sabemos y solo se nos ocurre quitarles a los hijos? ¿Nos hemos leído la Constitución o sola leemos el Artículo 155?

14.5.19

Hace 49 años que empecé a fichar en el trabajo de una PYME

Enorme revuelo provocado por las empresas está provocando el control de las entradas y salidas de los trabajo con medidas básicas que deberían ser solo el principio de un fin. El de evitar los abusos de algunas empresas que obligan a los trabajadores a realizar horas extra sin pagar o pagando, mientras tenemos millones de ciudadanos sin trabajo y sin poder cotizar.

En el año 1970, hace 49 años, yo empecé a fichar con reloj en una empresa de 23 trabajadores. Nunca generó problemas y en cambio sí ventajas. Que ahora con las actuales herramientas se diga que es improductivo o un caos, da como poco risa.

En cualquier proceso de Control de Calidad de cualquier empresa, se utilizan herramientas para saber los horarios reales de trabajo, los procesos de producción y los costes reales de todo el conjunto. Por lógica nos parecería totalmente necesario poder saber, analizar y conservar los horarios de producción de cada puesto de trabajo, con datos reales. Estamos hablando de optimizar la producción y los costes.

Claro, que lo que aquí fastidia es la posibilidad de que Inspección de Trabajo pueda hacer bien su labor. Y para ello nada como tener en la puerta de la zona donde está el reloj o en unos libros de trabajo, los horarios de cada empleado para poder comprobar por parte de inspección si efectivamente esa persona está trabajando con arreglo a su horario pactado y publicado.

Poner reloj para marcar o el sistema que se decida, es el primer paso de la normalización del proceso. Pero no se tiene que dar aquí el sistema de control. Si queremos parecernos a Europa en productividad hay que modificar muchos procesos. Y uno de ellos, el más básico, es saber cuantas horas se trabaja, cuando se paga y tener todas las contabilidades laborales en nómina.