3.5.19

La podredumbre social está perfectamente diseñada. Tranquilos

La podredumbre entra por donde menos nos lo esperamos pero siempre por la zona de peor defensa. En estas ramitas está penetrando desde el centro, hasta querer comerse las hojas enteras. Les quiere quitar la savia, las quiere dejar sin alimento, poco a poco, sin casi notarse.

Eso es lo que muchas veces nos hacen a cada uno de nosotros cuando nos manipulan en la sociedad. Las pupas van surgiendo poco a poco hasta ser imposibles de curar, pero que tampoco sean capaces de matarnos, pues nos necesitan pobres pero vivos. 

No creamos en las mentiras simpáticas, en los gritos fáciles de los que reclaman revoluciones pero quieren tener armas para reprimirlas. Forman parte de la podredumbre organizada.

En estos momentos, en España, somos cada vez más diferentes, hay menos clases medias, más clases trabajadoras sin dignidad, menos ricos pero más ricos. Vemos al que es pobre como nosotros y con la misma podredumbre, como al enemigo que nos quiere quitar las pocas miserias que nos quieren repartir.

El culpable de nuestros males no es el que siendo tan pobre como nosotros, viene a lamer sus heridas a nuestro entorno. El culpable es el que sabe contagiarnos la pobreza porque le interesa que haya muchos pobres para que así sean más pobres y cueste menos mantenerlos. Nos necesitan pobres, nos necesitan que seamos muchos y nos peleemos entre nosotros.

Y lo que necesitan también es que no nos demos cuenta de esa barbaridad bien construida por ellos, para que les salgamos más baratos.

Moderación y aprender a detectar los engaños

Aunque los votos hacia VOX parezcan indicar lo contrario, España votó en las Generales moderación y en esa misma clave va a continuar en las Municipales. Moderación desde los indignados de izquierda, desde los indecisos, desde la España callada y trabajadora. Pero moderación no es claudicación sino tiempo muerto, calma para tomar espacio y aire, y para romper con las idioteces mentales de los que reclaman violencia verbal desde todas las herramientas que les dejemos.

Moderación es votar al PSOE, a Ciudadanos, es simplemente ir a votar en un gran número, seguir votando a un Podemos que debe recuperar los terrenos perdidos por los errores de adolescente, e incluso moderación es votar a ERC en vez de a esa cosa que cambia cada semana y que lidera o quiere liderar Puigdemont.

Hay que apartar las violencias de los debates, de la calle, de las redes, de los corrillos, y recuperar las ideas, el trabajo, la economía mejor repartida, el futuro, el trabajo en equipo, la inteligencia social, la exigencia de lo imprescindible, el control de los tempos y de los tiempos.

Debemos olvidarnos de los engaños y mentiras constantes a costa de saber detectarlos. Huir de los que nos quieren engañar prometiendo lo imposible, pues a partir de eso nos pueden querer engañar en todo lo demás. No escuchéis a los milagreros, a los de las ideas fáciles, a los que no prometan trabajo y dificultades. 

No escuchéis a los que no sean como nosotros, trabajadores de la vida de cada día. Quien no sabe lo que cuesta ganar lo suficiente para comprar una caja de leche, no merece ser escuchado, pues sus soluciones serán solo para él.