2.4.19

Controlar la Democracia es muy sencillo

Una de las más eficaces maneras de controlar las democracias es vaciarlas de personas y convertirlas en conceptos. Podemos llegar a manipular de tal manera los sistemas políticos a los que queremos llamar democracias, que vaciándolas de la presencia activa de personas en ellas, en su gestión y participación real, si además logramos convencerles de que su presencia no es necesaria, la manipulación es muy sencilla.

Para ello simplemente hay que convencer a las personas (mejor de forma individual) de que es posible tener democracia automática si le añadimos cualquier adjetivo moderno y cómodo. Y provocar la desafección para favor de todas las personas. 

—No es necesario que participes, todo funciona muy bien sin tu presencia. Incluso la presencia de muchos..., molesta, incordia.

Confundimos democracia participativa con ir a votar cada cuatro años a unas candidaturas que nos vienen impuestas y con unos programas de gobierno que no son contratos y no hay que cumplir. 

Convertimos el gobierno de los mejores, por el gobierno de los que quieren gobernar aunque les insultemos y les paguemos poco, pues así nos garantizamos desde los reales poderes globalizados y escondidos, que quien gobierna no es el mejor, incluso a veces puede ser el más tonto, que soporta con facilidad un oficio mal visto y recompensado.

No interesa dignificar el oficio de político, no vaya a ser que acudan a él..., los honrados, los mejores, los válidos, los que ya son considerados y pagados por la sociedad con los mejores y respetables puestos. El Sistema prefiere a los mediocres como yo.

Es convertir en infantilismo todo el sistema democrático pero afianzando el nombre, para que nadie dude. Tenemos Democracia, incluso DEMOCRACIA pues votamos y elegimos. Nunca hay que olvidar que en otros lugares están peor. Y para que no se nos olvide lo mostramos mucho y muchas veces, o los fabricamos para convencer y meter miedo. 

Sabemos de qué se hablará en Campaña Electoral

En esta próximas Elecciones Generales vamos a ver la compartimentalización total (jodo qué adjetivo) de la política globalizada, que parece un ejercicio de lo más complejo pero que está destinado a engañarnos a costa de trocear todo lo que nos interesa y afecta en nuestra vida social. El engaño consiste en obviar y olvidar una vez troceados y masticados los problemas, aquellos que no interesa sacar al debate.

Vamos a ver sobre la mesa toros, feminismo sin sentido profundo, pensionistas y sus miedos, mundo rural que se escapa, religión variada, inmigración manipulada, armas para defendernos, despoblación sin explicación útil, Cataluña como enemiga o vallas para encerrarnos.

Pero no vamos a ver dignidad laboral, sueldos y pensiones a nivel europeo, justicia no manipulada, igualdad de derechos y obligaciones entre personas, futuro, emigración de los mejores jóvenes españoles hacia otros mercados laborales, planificación del interior de España, cultura y educación del siglo XXI.

Se hablará de lo que creemos mueve las conciencias de los indecisos, de los “no saben y no contestan” y de los que están muy cabreados pero no pasan de decirlo a gritos. No importa el voto fiel, pues ese es fijo y ya lo tienen. Buscan el voto quieto y silencioso de los que normalmente no votan ni responden en los sondeos de opinión que son mayoría.


Un voto que todos saben ya, puede mover tendencias, gobiernos y modos de gobernar. Es la Democracia de Laboratorio pero elevada al 4.0 de redes sin sentido común y mucha mala baba. El resto es posible que nos quedemos en casa a ver el desastre. Jodo qué futuro.