Muchas veces nos toca reinventarnos, lo que hasta ese momento era todo nuestro futuro, nuestra mochila, se viene abajo por algún motivo que no podemos controlar. Hay multitud de oficios que a veces se tambalean, que desaparecen, y con ellos personas que debemos reinventarnos el futuro que tenemos ya por delante, sea profesional o simplemente vital.
Por ello tenemos que empezar a decidir de nuevo sobre algunos aspectos básicos pero fundamentales para encontrar un éxito que nos permita volver a tener espacio, posibilidades, triunfos, vitalidad.
Veamos algunas de las decisiones hay que tomar.
Hay que elegir un camino nuevo, concreto, motivante, con capacidad para sentirnos bien y con posibilidades de retomar los éxitos que necesitamos, sean pocos o muchos. Tenemos que buscar alternativas a lo anterior, ver nuestras capacidades de adaptación y de aprendizaje.
Es inevitable experimental, tomar riesgos, pensar en actividades nuevas, especializarnos en algo diferente, construir nuestro futuro a base de darnos oportunidades y de creer en nosotros mismos.
Tenemos que darnos tiempo para poder encontrar la salida, la nueva entrada, sin prisa pero sin pausa. Hay que volverse a motivar, hay que volver a creer en nosotros, hay que estar motivados para las nuevas peleas.
Hay que conocer a nuevas personas, hay que trabajar con ellas, aprender de ellas, intercambiar formación, responder a tus intereses pero también encajar en la nueva organización y ofrecer soluciones.
Tenemos que aprender nuevas habilidades profesionales, y admitir que esto es complejo pero no imposible. Que es inevitable buscar apoyos y encontrarlos para poderte afianzar sobre ellos. Que debes crear dentro de ti una nueva profesionalidad, posiblemente bastante diferente a la pasada. La experiencia siempre sirve, pero igual hay que darle algunas vueltas para adaptarla a los cambios y a las nuevas oportunidades.
18.3.19
14.3.19
Viejos prematuros a los 40 y 50 años. Una enfermedad nueva
Todos los máximos dirigentes de la política española actual tienen entre 40 y 50 años. Todos nacieron después de que el dictador se muriera, ninguno corrió delante de los grises pidiendo libertad o democracia. Pero todos son como muy bien dice hoy Santos Juliá con otras palabras, unos viejos prematuros.
España necesita políticos jóvenes aunque tengan 65 años y no viejos aunque no hayan llegado a los 40. La edad mental no es cuestión de sumar sino de “ser”, no es cuestión de años sino de crecer. Y hoy en España estamos demostrando que somos unos viejos prematuros que no sabemos ni dónde estamos ni hacia dónde deberíamos ir.
En pocas semanas podemos entrar en un ejercicio en la España del futuro de NO PODER gobernar. Es cada vez más posible si nos atenemos a los sondeos. No existe debate de ideas, no hay planteamientos para la España del futuro, no existe respeto básico ni confianza creíble. Hay en cambio mucha desafección.
Si miramos a Europa el problema se reproduce. El caso del Brexit es de premio a la estulticia. Nadie sabe cómo avanzar, cómo salir o quedarse. Los crecimientos de las políticas nacionalistas de hace un siglo que nos llevaron a la muerte es otro ejemplo. Los que superamos los 60 estamos viendo atontados a los nuevos jóvenes viejos que no saben tener protagonismo resolutorio, excepto para tener PROTAGONISMO PERSONAL.
España necesita políticos jóvenes aunque tengan 65 años y no viejos aunque no hayan llegado a los 40. La edad mental no es cuestión de sumar sino de “ser”, no es cuestión de años sino de crecer. Y hoy en España estamos demostrando que somos unos viejos prematuros que no sabemos ni dónde estamos ni hacia dónde deberíamos ir.
En pocas semanas podemos entrar en un ejercicio en la España del futuro de NO PODER gobernar. Es cada vez más posible si nos atenemos a los sondeos. No existe debate de ideas, no hay planteamientos para la España del futuro, no existe respeto básico ni confianza creíble. Hay en cambio mucha desafección.
Si miramos a Europa el problema se reproduce. El caso del Brexit es de premio a la estulticia. Nadie sabe cómo avanzar, cómo salir o quedarse. Los crecimientos de las políticas nacionalistas de hace un siglo que nos llevaron a la muerte es otro ejemplo. Los que superamos los 60 estamos viendo atontados a los nuevos jóvenes viejos que no saben tener protagonismo resolutorio, excepto para tener PROTAGONISMO PERSONAL.
¿Estamos tontos? ¿Quien nos ha contado que la política es tener razón en lo personal y odiar a los demás, olvidándonos del diálogo y la reflexión? ¿Pero y esos años de escuela y universidad para qué os han servido?
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