Hace 5 años se decidió que la filosofía no tenía que estar dentro del bachiller español. Había que dar más material “útiles” para los alumnos que se enfrentaban al mundo laboral de adultos. Y la realidad es que en estos cinco últimos años hemos seguido creciendo en contratos laborales indignos, sin pensar que la filosofía es una materia para crear conciencia a medio y largo plazo y formar a personas más críticas con todo lo que nos rodea a todos. O tal vez sí que lo pensaron.
En esta última década el 15% de los trabajadores está en el umbral de la pobreza. El trabajo ya no es garantía de vivir. Simplemente de vivir. Dependes de ayudas familiares o del Estado, aunque tengas trabajo. Y eso es empobrecer la sociedad y el país. La filosofía vuelve a los colegios, al bachiller, al menos para ayudar a que las personas entiendan qué está sucediendo.
Se va a realizar un currículum básico donde se incluirá un ciclo formativo en Filosofía "secuenciado" durante los tres últimos cursos de la enseñanza secundaria —4º de ESO, 1º y 2º de Bachillerato—, de forma similar a lo que sucede en otras materias imprescindibles como Lengua, Matemáticas e Historia". ¿Cuál es el motivo por el que los políticos añoren gobernar para poder meterle mano a los sistemas educativos de los niños y jóvenes de España?
El nuevo currículo de 4º de la ESO quieren que incorpore la asignatura de Ética como materia común y obligatoria. Pero no hay garantía de que salga aprobado en el Congreso. Ética con dudas? Es decir…, nos llenamos las bocas contra la desigualdades de género, contra la violencia, contra la indignidad social, pero luego tenemos dudas de enseñar en las escuelas Ética. Somos unos cínicos.
18.10.18
Menos reuniones presenciales y más innovación
Ayer en Zaragoza se tuvo que realizar una reunión de trabajo entre un técnico político de Chile, un asesor político español que estaba en San Petersburgo y un economista que estaba en Zaragoza. Y esto es real. Como es lógico suponer se hizo a través de internet, de forma perfecta y mirándose las tres personas a los ojos, mientras una persona estaba esperando cambiar de aviones entre ciudades argentinas, otra persona había salido de sus clases en la Universidad y la otra acababa de haber tenido una reunión con técnicos rusos.
Es un ejemplo de hasta donde las nuevas tecnologías pueden ayudar a simplificar los contactos y sobre todo a poderlos lograr con muchos menos costes, más plurales y mucho más eficaces. Los problemas o asuntos que se plantearon en esa reunión se resolvieron a medias, lo que sin duda supondrá otra reunión de igual calado. E igual precio y facilidad.
En algunos organismos de muy variada gestión, seguimos llenando las agendas de reuniones presenciales, lo que supone un coste excesivo y sobre todo un ajuste de los tiempos que a veces lleva a una presencia menor a la deseada. Las técnicas hoy permiten muchas más opciones, sin suprimir cuando sea necesario los contactos presenciales y personales, para mantener las relaciones humanas.
La productividad tiene cada vez más en sus manos, herramientas que todavía empleamos poco. O al menos, no siempre empleamos en según qué tipo de gestión o de organización. Hacer reuniones por Skype no supone no hacerlas de forma presencial aunque sea para tomarse unos cafés y recordar la rápido que se resolvió aquella duda, al poder hablar con Amsterdam mientras nos mirábamos a los ojos los cuatro integrantes de la reunión.
Es un ejemplo de hasta donde las nuevas tecnologías pueden ayudar a simplificar los contactos y sobre todo a poderlos lograr con muchos menos costes, más plurales y mucho más eficaces. Los problemas o asuntos que se plantearon en esa reunión se resolvieron a medias, lo que sin duda supondrá otra reunión de igual calado. E igual precio y facilidad.
En algunos organismos de muy variada gestión, seguimos llenando las agendas de reuniones presenciales, lo que supone un coste excesivo y sobre todo un ajuste de los tiempos que a veces lleva a una presencia menor a la deseada. Las técnicas hoy permiten muchas más opciones, sin suprimir cuando sea necesario los contactos presenciales y personales, para mantener las relaciones humanas.
La productividad tiene cada vez más en sus manos, herramientas que todavía empleamos poco. O al menos, no siempre empleamos en según qué tipo de gestión o de organización. Hacer reuniones por Skype no supone no hacerlas de forma presencial aunque sea para tomarse unos cafés y recordar la rápido que se resolvió aquella duda, al poder hablar con Amsterdam mientras nos mirábamos a los ojos los cuatro integrantes de la reunión.
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