Uno de los momentos más importantes de todo ser humano es el del desapego vital, ese momento real en el que hay que despedirse de tu zona de confort, de tus familiares que hasta ese momento te han rodeado, y empiezas una nueva vida. Normalmente en estos tiempos esta situación POSITIVA sucede en el momento en que tenemos que marchar a estudiar a otra ciudad o país, dejando temporalmente toda la vida anterior, presuntamente aparcada por un tiempo.
Nunca es un tiempo, siempre es para siempre.
En realidad ese momento de despedida creyendo que es temporal, se convierte en total. Aunque volvamos al hogar a una vida similar a la que dejamos. Mentalmente hemos aprendido con nuestra nueva experiencia que hay otra vida separada de aquella zona de confort que hemos dejado. Ambas tienen sus partes positivas y sus partes negativas, pero tu obligación es buscar el futuro, y eso solo lo sabes encontrar aprovechando la experiencia del desapego.
Necesitamos ser felices y libres, responsables y sobre todo auto responsables de nuestro camino. Van a cambiar nuestras mochilas, vamos a suprimir muchos elementos que hasta ese momento consideramos imprescindibles, para tener mucho menos, pero nuestros. Necesitamos ser responsables de nosotros mismos. Ser felices con nuestra propia construcción de la felicidad.
Para los que se abrazan contigo en esa despedida tampoco es sencillo. Saben mejor que tú que ese momento es el final de algo, que hasta allí hemos llegado todos juntos y que a partir de aquí si seguimos juntos, unidos, cercanos, será por la decisión libre de cada una de las partes. Un ejemplo más de la madurez, de la responsabilidad compartida. Habrá más soledad que antes, pero de mucha mejor calidad.
3.10.18
Aprender a mirar, aprender a aprender
Podría parecer una tontería pero os aseguro que no lo es. Saber mirar es muy importante. Mirar con los ojos y con las orejas. Mirar y escuchar. Observar y tomar nota, mental o en un cuaderno, de todo lo que va sucediendo a nuestro alrededor. Mirar para copiar o para aprender, y sobre todo para comparar.
En mis tiempos formativos como gestor de empresas una de mis necesidades curiosas y no siempre bien entendidas era intentar visitar empresas de mi competencia. No era fácil, nunca te abren las puertas con facilidad y mucho menos si sospechan que vas a mirar. Una visita de media hora era suficiente para aprender una clase magistral. Con la excusa de ir a ver una nueva máquina que allí ya les estaba funcionando y de la mano del proveedor, lo que menos miraba era la nueva máquina.
¿Cómo se organizan en la recepción de los trabajos, cuantas personas tienen en cada sección visitada, qué herramientas utilizan, cómo tienen distribuidos los espacios?
En cada caso será muy diferente, pero observar, mirar con carácter crítico y formativo ayuda a aprender y a valorar lo que otros ya tienen resuelto de una forma que puede ser diferente a la tuya. O al contrario, similar a como tú lo tienen organizado lo que potencia tu autoestima y tus procedimientos.
Pero esto sirve para multitud de asuntos. ¿Conoces a alguien a quien le han hecho una entrevista de trabajo? Pues indaga de qué manera le han tratado y qué tipo de preguntas le han hecho, si tu eres de los que se dedican a entrevistar a personas.
¿Eres profesor de matemáticas? Pues intenta saber de qué forma se imparte matemáticas en Chile, en los EEUU o en Corea del Sur. Compara, selecciona, razona las diferencias, los motivos de las rarezas. ¿Qué tipo de servicios de hostelería se dan en Amberes o en Lisboa y no se dan en Zaragoza? ¿Se podrían adaptar a nuestra particular forma de ser y consumir?
Hay que descubrir lo insólito de algunas decisiones lejanas, adivinar las motivaciones de otros grupos de personas que se tuvieron que enfrentar a tus mismas dudas. Buscar los problemas que les están afectando para evitarlos. Como os decía al principio, saber mirar con capacidad crítica y de aprendiz, es MUY importante.
En mis tiempos formativos como gestor de empresas una de mis necesidades curiosas y no siempre bien entendidas era intentar visitar empresas de mi competencia. No era fácil, nunca te abren las puertas con facilidad y mucho menos si sospechan que vas a mirar. Una visita de media hora era suficiente para aprender una clase magistral. Con la excusa de ir a ver una nueva máquina que allí ya les estaba funcionando y de la mano del proveedor, lo que menos miraba era la nueva máquina.
¿Cómo se organizan en la recepción de los trabajos, cuantas personas tienen en cada sección visitada, qué herramientas utilizan, cómo tienen distribuidos los espacios?
En cada caso será muy diferente, pero observar, mirar con carácter crítico y formativo ayuda a aprender y a valorar lo que otros ya tienen resuelto de una forma que puede ser diferente a la tuya. O al contrario, similar a como tú lo tienen organizado lo que potencia tu autoestima y tus procedimientos.
Pero esto sirve para multitud de asuntos. ¿Conoces a alguien a quien le han hecho una entrevista de trabajo? Pues indaga de qué manera le han tratado y qué tipo de preguntas le han hecho, si tu eres de los que se dedican a entrevistar a personas.
¿Eres profesor de matemáticas? Pues intenta saber de qué forma se imparte matemáticas en Chile, en los EEUU o en Corea del Sur. Compara, selecciona, razona las diferencias, los motivos de las rarezas. ¿Qué tipo de servicios de hostelería se dan en Amberes o en Lisboa y no se dan en Zaragoza? ¿Se podrían adaptar a nuestra particular forma de ser y consumir?
Hay que descubrir lo insólito de algunas decisiones lejanas, adivinar las motivaciones de otros grupos de personas que se tuvieron que enfrentar a tus mismas dudas. Buscar los problemas que les están afectando para evitarlos. Como os decía al principio, saber mirar con capacidad crítica y de aprendiz, es MUY importante.
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